Corren tiempos de oleaje, de aguas revueltas en torno al Mar Menor. Por supuesto, hablamos en un tono metafórico; la calma de la laguna es prácticamente inquebrantáble desde la perspectiva más literal, pero los vertidos, el urbanismo desmedido y el sobrenombre 'la sopa verde' han dañado para muchos la imagen de uno de los pulmones naturales de la Región. Sin embargo, a quien sabe sacarle su mejor cara en tiempos sombríos; por muchos años -y cuadros- que pasen, seguirá pintando el Mar Menor con los colores más «brillantes» de su paleta.

Sin duda, estas líneas van dedicadas a Enrique Nieto (Cartagena, 1943), 'retratista oficioso' de la laguna, a la que ha dedicado casi una vida artística y a la que vuelve a recurrir en su último trabajo, Paisajes, que este martes se inaugura en Chys, su «galería habitual desde hace 30 años». «He pintado obsesivamente desde la zona sur (Los Urrutias, Los Nietos...), hacia La Manga y las islas (La Perdiguera y demás). Esa visión del Mar Menor es la que he hecho repetidamente a lo largo de mi vida en cientos de cuadros, pero las distintas luces, horas y vientos ofrecen cambios tremendos en el paisaje que te hacen cuadros distintos», explica Nieto, colaborador de LA OPINIÓN, en palabras a esta Redacción.

«Habré hecho cientos, ¿eh? -remarca-, pero sigo siendo feliz pintándolos». Quizá por eso, sus miradas al Mar Menor tienen un color especial; y, en este caso, más si cabe que en anteriores ocasiones. «En 2013 me hicieron una antológica en el Museo de Bellas Artes de Murcia y, después de esa exposición -con ciento y pico de obras sacadas de las casas, de colecciones privadas..., obras algunas que hacía 35 años que no veía-, me planteé cómo seguir o cómo continuar. Digamos que esta exposición se corresponde con ese 'después de' de meditar y de ver lo que había pintado en los últimos cuarenta años y de una etapa en la que he continuado tratando de depurar la forma de ver el paisaje de esta Región», explica.

Concretamente, Paisajes se compone de cerca de una treintena de cuadros -entre óleos y acuarelas- elaboradas por el artista cartagenero en estos tres años y poco que Murcia ha sufrido su ausencia en galerías. Y es que, pese a que hacía tiempo que no colgaba sus pinturas en la capital del Segura, Nieto no ha dejado de trabajar. «Yo siempre pinto. Todas las mañanas a las nueve estoy en mi estudio, lo que pasa es que eso no significa que me ponga necesariamente a pintar. La pintura es mi profesión, pero la comparto con una serie de, llamémosle, hobbies, como la escritura, que también me quitan tiempo. Aunque, la verdad, con la escritura he tenido que admitir por narices que es algo más que una afición, porque llevo escribiendo en periódicos y revistas desde 1974...», apunta con sorna.

Y es que a Nieto, como al Mar Menor, no le gusta que alteren su calmada rutina. «Siempre he expuesto en Murcia cada dos años, más o menos, pero dejé uno más porque tenía la de Madrid [Otra muestra titulada Paisajes -«No me he querido calentar mucho la cabeza con el nombre», apunta - que permaneció en el Aula de Cultura de la Fundación Cajamurcia en la capital hasta el 13 de mayo de 2016]. Y la verdad es que bien. No te creas que tengo mucho interés en hacer muchas exposiciones. Con el tiempo también este tema es como que te rompe mucho tu vida normal, y no me gusta romper este ritmo de vida sosegado de trabajar, escribir... No quiero llamarlo pereza, pero prefiero la tranquilidad y la serenidad a los líos y el trajín de las exposiciones», confiesa.

En cualquier caso, Nieto avisa: seguirá exponiendo. Y lo hará porque la pintura es su medio de expresión y porque la laguna sigue ahí, dispuesta a brindarle estampas diferentes que retratar. «Es que el Mar Menor es tan importante para mí... Mira, tengo una casa allí, junto al mar, y cada vez que me asomo veo algo distinto en ese cielo y en esa agua. Suelo levantarme todas las mañanas, sea verano o invierno a ver el amanecer, y ese espectáculo siempre me da algo nuevo», concluye.