«¡El tren, por debajo, nosotros, por arriba!», un cántico que se ha convertido ya en un producto típico de Murcia, casi como el paparajote o el ´achopijo´. La lucha de los vecinos del barrio de Santiago el Mayor porque el AVE pase por debajo de sus pies y no frente a la puerta de sus casas ha levantado ánimos y simpatías en amplios sectores de la sociedad; mensajes de apoyo que suelen tener como destinataria la Plataforma Pro Soterramiento del AVE, presidida por Joaquín Contreras.

«Los artistas abajo firmantes queremos expresar nuestra solidaridad con las reivindicaciones de la Plataforma Pro Soterramiento del Ave a su paso por la ciudad de Murcia. Y queremos expresarlo con la voz de nuestra obra a través de esta exposición pública». Con estas palabras, más de medio centenar de artistas plásticos -pintores, fotógrafos, ilustradores, escultores- se han unido a esta lucha para mandar con sus obras la Alta Velocidad al subsuelo y dejar las calles para los vecinos de los barrios afectados y, desde ayer, para el arte.

Firmas como la de Pepe Yagües, Eduardo Balanza, Charris, Carmen Cantabella, Juan Manuel Díaz Burgos, Ángel Fernández Saura, Miguel Fructuoso, Nicolás de Maya o Eduardo Pérez Salguero ocupan -con acidez, ironía y crítica- las paredes de tres locales prestados junto a la vía, a la altura del paso a nivel de Santiago el Mayor; y todo frente al «atropello que supone la forma en la que la infraestructura ferroviaria va a llegar a esta ciudad». «Como artistas contemporáneos y parte activa de la sociedad civil, estamos a favor del desarrollo y la modernidad de nuestro país, pero pensamos que ese desarrollo no puede ser a costa de los ciudadanos. La quiebra urbanística y social que va a suponer el paso de una vía de alta velocidad dividiendo la ciudad con un muro de hormigón es una situación que no se da en ninguna otra ciudad española, y sólo se puede entender por algún espurio interés o desde la debilidad de nuestros políticos frente al estado», sentencia la nota difundida por los artistas.

La muestra -en la calle Orilla de la vía 8, 12 y 14- recoge desde un tren cadavérico hasta una estampa de Coco en la que el popular personaje de Barrio Sésamo hace alusión al capítulo en el que enseñan la diferencia entre ´arriba´ y ´abajo´. Y así hasta superar las cincuenta piezas en una colección que, si bien tiene un alto valor artístico, cuenta con un impagable impacto social.