El popular concurso CreaMurcia Pop Rock ha cumplido 25 años con esta edición, y es justo reconocerle su papel decisivo en aflorar y dar salida al talento de la fértil escena murciana (risa y sonrojo me siguen produciendo aquellas palabras del director del SOS en las que se atribuía, así con un par, ese papel). Nombres como Second, Klaus & Kinski, Alondra Bentley, Diego Cantero (Funambulista), Aarón Sáez (Varry Brava) o Rozalén (ella era esta vez la invitada) avalan el prestigio de este certamen, que además ha contribuido a dinamizar la escena musical en nuestra Región. Buena prueba de ello es la alta participación que registran sus convocatorias y que de sus premios resultan numerosos beneficiarios, no sólo los finalistas con sus dotaciones económicas. Para muchos de los semifinalistas es la primera oportunidad de foguearse en directo, y todos los participantes tienen además el fuerte incentivo de registrar en un estudio de grabación un par de canciones que pueden colgar en la red, lo que supone empezar a sonar y darse a conocer. Por todo ello hay que felicitar al equipo que año tras año, tanto en música como en otras disciplinas, hacen posible esta labor de base, como el hada buena.

Si el año pasado los finalistas fueron grupos con mucho peso, en este se ha podido constatar la rebelión de los pequeños grupos, muy crecidos en esta final, aunque se impusieron como ganadores Adiós Nicole, con más experiencia y temple sobre las tablas, pero también con un repertorio de canciones en español mejor armado, muy radiables ( Si el mundo acaba hoy), remozado sobre bases al estilo de las de algunos grupos que en festivales son cabeza de cartel, cosa que no sorprendería ocurriera con la banda de Tommy Roch y sus chicos. Por cierto, que Adiós Nicole ya fueron finalistas en 2013, y Tommy saboreaba las mieles del triunfo el año pasado junto a The Purple Elephants.

Las tres bandas finalistas se disputaban un primer premio de 1.500 euros, un segundo de 800 y un tercero de 500. Además, con el objetivo de promocionar a los ganadores, se grabará un CD que recopilará los temas premiados, y por primera vez se han destinado 16 mil euros en locales de ensayo para 18 grupos, 6 por cada una de las modalidades. Si se me permite, sugeriría la creación de un circuito -incluso por fiestas de barrio- que les proporcione rodaje, tan necesario, a las bandas noveles.

Adiós Nicole fueron ganadores de esta edición 25 aniversario, seguidos de cerca por In-Pulses, que ya fueron semifinalistas el año pasado y se mostraron en clara evolución y ascenso. Les benefició, y de que manera, tocar en último lugar, con numeroso público y todo el espectáculo de luces en marcha, para presentar un show de canciones que siguen el patrón de fórmulas añejas del rock sinfónico ( Yes, Alan Parsons), lo que en principio podría tirar para atrás, pero le sacan un interesante partido, sobre todo a canciones como Bed thoughts, que suena a Real Estate, aunque me temo que ellos desconozcan aún la existencia de esa banda (sin embargo citan a Tame Impala). La tercera posición fue para New Ways, con una propuesta de corte noventero tirando a grunge que aún necesitan consolidar, pero les mostró con pasión y fuerza, sobre todo en el tramo final de su actuación. Seguramente necesitan despojarse de algunos lastres iniciales y articular un discurso más fluído dentro de la densidad de su rock , pero pese a su juventud apuntan maneras, tienen buenas voces y son de esas extrañas anomalías ante las que merece la pena ser paciente. Quedaron terceros, pero van camino de hacer cosas grandes. Sangre nueva para alimentar un movimiento musical en nuestra comunidad que no cesa en su reconocimiento.

Rozalén es un perfecto ejemplo de lo que se puede alcanzar con talento y esfuerzo. Parece que fue ayer cuando irrumpía en el mundo de la música, ganando el Creajoven como una artista auténtica, conmovedora y divertida. Han pasado unos cuantos años, y la cantautora albaceteña sigue sorprendiendo por su naturalidad. Terminar una actuación y dejar a todo un Auditorio rendido, literalmente, a tus pies, está al alcance de muy pocos. Ella lo consigue con la facilidad del que no encuentra esfuerzo en las piruetas imposibles. En esta actuación, que tenía mucho de especial como madrina de los nuevos aspirantes, presentó un muestrario de canciones desplegado con maestría, humor y compromiso, desvelando una canción de su nuevo disco.

Rozalén toca todos los palos, y sus canciones rezuman naturalidad, cercanía, una especie de sentimiento de andar por casa que consigue hacer saltar chispas. Y todavía aguardaba una sorpresa: al escenario salió el Dúo Orquesta Regalizes interpretando Cárcel de Godella, una rumbita taleguera monumental a la que pusieron palmas Rozalén y parte de su banda. Una muestra más de su generosidad. Efectivamente 'Las hadas (buenas) existen'. Rozalén desbordó arte y simpatía. No se puede hacer más bonito.