El Teatro Romano de Cartagena inaugura hoy la exposición temporal Photographica Ovidiana, de Joaquín Bérchez.

La muestra es fruto de un proyecto que persigue recrear, desde la ficción fotográfica, los escenarios actuales y el paisaje emocional del destierro del poeta Publio Ovidio Nasón. Pretende, de esta forma, representar la magnitud de su leyenda poética a través de las ciudades relacionadas con su figura y las estatuas o placas de calles y plazas conmemorativas.

La poesía del exilio de Publio Ovidio Nasón (Sulmona, 43 a.C. - Tomis, 17 d.C.), compuesta durante los últimos diez años de su vida, ha ejercido una poderosa sombra que alcanza hasta la ciudad de Constanza (Rumanía), la antigua Tomis, escenario del destierro.

En Photographica Ovidiana, los lugares impregnados por la historia de Ovidio han sido fuente de inspiración y el fotógrafo ha puesto su mirada, por ejemplo, en los campos de trigo y girasoles de la región de la Dobruja, el puerto al mar Negro (el Ponto Euxino) o el delta del río Danubio (Istrio), así como en los sedimentos clásicos de frisos y lápidas griegas en Histria o en las ánforas y mosaicos romanos de Constanza.

En este singular juego de espejos emerge Sulmona, la patria de Ovidio, invocada desde la soledad. Al igual que la Constanza del destierro, la ciudad natal de Ovidio acoge obras en su memoria como su libresca estatua, del año 1474. En Constanza, por su parte, se halla la réplica de la estatua de Ettore Ferrari, erigida en la Piazza XX Settembre.