El poeta Luis García Montero destacó ayer en La Paz que el diálogo entre las producciones literarias de los países de habla hispana permite a los autores enriquecerse con tradiciones distintas a las propias.

«La poesía es la capital de un idioma sin centro y cuando uno lee a un poeta de un país distinto al de uno, tiene la posibilidad de compartir el idioma y de enriquecerse con tradiciones que son distintas a las de uno», dijo García Monterotras la presentación de su antología personal, Una melancolía optimista. Se trata de la primera publicación del autor español en Bolivia, algo que fue posible gracias a la editorial boliviana Plural.

El ganador del Premio Nacional de Literatura de España en 1994 sostuvo que siempre ha procurado estar al tanto de la poesía que se hace en América Latina y de dialogar con los poetas de la región, por lo que, según dijo, «la posibilidad de publicar en Bolivia» le «llena de ilusión».

Durante la presentación, García Montero afirmó que uno de los rasgos fundamentales del grupo de poetas en el que se mueve en España es «la conciencia de que era imprescindible dialogar con las tradiciones culturales, con las poesías de los otros países del idioma, los países latinoamericanos». Por ello, en su formación ha sido muy importante el «diálogo» con la poesía de México, Colombia y Argentina, países que «por azares biográficos» son los que más ha visitado; pero además ha tenido la oportunidad de conocer la producción chilena y la dominicana.

Una melancolía optimista es la segunda entrega de la colección Agua Ardiente de Plural Editores, dedicada exclusivamente a editar en Bolivia a los poetas internacionales más destacados. El primer título de la colección, Que vuelva pronto el verano, estuvo dedicado al poeta y traductor italiano Emilio Coco.

En la antología de García Montero, el lector podrá encontrar «una confianza y una fe grande en la poesía como modo de meditar y de conocer el mundo en el que vivimos», aseguró el autor. «No creo que la poesía sea un género condenado a vivir solo entre poetas. Puede llegar a muchos lectores y se trata de que la poesía les ayude a meditar sobre su propia vida, sus sentimientos y sus relaciones con el tiempo en el que viven», dijo.

Tal vez nos vamos de nosotros mismos, pero queda casi siempre una puerta mal cerrada, Madre, Huerta de San Vicente y Canción de brujería son algunos de los poemas incluidos en la antología, dividida en tres partes: Palabra, Edad y Amor.