«Calentito, calentito», recién sacado del horno. Un horneado llevado a fuego lento por su autor y que ha alcanzado 'el punto' gracias a la mano de decenas de mecenas. Triple juego en Cuba, la tercera novela que firma Bernar Freiría, ya está en manos de sus benefactores -o, al menos, de la mayoría-, pese a que hace no tanto tiempo que el catedrático de Filosofía, columnista y escritor -afincado en Murcia desde los años noventa- lanzara el pasado mes de diciembre una campaña de crowdfunding para hacerlo realidad.

«Cuando te lanzas a una cosa así es porque confías, si no ni lo intentas. Pero, claro, siempre está la duda», reconocía esta semana Freiría en palabras a esta Redacción. Sin embargo, cuando terminó la novela y encontró en el crowdfunding un poderoso aliado ante la crisis editorial, sabía que la empresa era, al menos, «asequible». «Cuando llevas un tiempo en esto tiene más o menos gente que te es afín, que te apoya; no es lo mismo que un escritor novel. Yo sabía que había agua, pero hasta que no te lanzas no sabes cuánta».

Y se lanzó, y cual estrella de rock fue recogido por su público. «Ya el primer día de campaña tuvimos cifras espectaculares, y la primera semana batimos el récord de la editorial (Libros.com)», asegura. Apenas dos semanas después, ya había conseguido los apoyos necesarios para la publicación del libro, pese a que la campaña se había programado para un mes. «La inseguridad duró muy poco, la verdad. Enseguida la cosa se puso en marcha con mucha fuerza y a partir de ahí lo que quedaba era disfrutar de la relación con los mecenas», dice.

Y es que ese es, para Freiría, el gran regalo que le han hecho quienes apoyaron a ciegas su nuevo trabajo. «Entablas una relación nueva con los lectores. No es como cuando dejas tu manuscrito en la editorial y te olvidas. De este modo, los mecenas se implican más en el proceso, están mas impacientes, te mandan mensajes en cuanto sale y estás en contacto directo con ellos. Es muy gratificante percibir ese eco», explica.

Triple juego en Cuba cuenta la historia de 'El Brega', un personaje frío y astuto que aprende a sobrevivir durante la guerra de finales de siglo XIX en la que España perdió la isla, aunque para ello tenga que «descender a los infiernos». De momento, y aunque prefiere que sean ellos quienes lo digan, la reacción de los primeros lectores «es muy buena», a tenor de los mensajes que va recibiendo el escritor; «incluso estoy provocando desavenencias conyugales porque en algún caso lo ha cogido el marido y no se lo deja a su mujer», bromea.

Por ello, no descarta volver a apostar por este modelo para una hipotética cuarta novela. «La edición tradicional está difícil salvo para unos pocos consagrados, y este sistema es mucho más ágil, más vivo. Nuevos tiempos demandan nuevas formas de comunicación», reflexiona. Sin embargo, ahora toca palpar esas reacciones. Hoy, a partir de las siete y media en el Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo de Murcia, presentará su obra y, mañana, de seis y media a ocho y media, estará firmando ejemplares en la caseta 41 de la Feria del Libro de Madrid.