«Desde que Zenet se subió por primera vez a un escenario hasta hoy, han pasado los suficientes años como para que sepamos que no estamos ante un fenómeno producido por una moda pasajera. Menos aún ante un frío producto de las técnicas de marketing. El cantante malagueño ha sabido buscar a su público -y encontrarlo- para ofrecerle un proyecto artístico auténtico, personal, sólido y coherente, no un castillo de fuegos artificiales de los que se apagan conforme pasa el primer relumbrón». Así se presenta, en palabras de Juanjo de la Iglesia, el crooner malagueño Toni Zenet, quien esta noche se subirá a las tablas del Romea para presentar su último disco, Si sucede, conviene.

«Han tenido que pasar cuatro años -desde su anterior disco de estudio, La menor explicación- para que Zenet pusiera a punto su nuevo proyecto, un trabajo en el que ha querido salir de su ´zona de confort´, para emprender nuevos caminos acompañado de nuevos ritmos, nuevos géneros, nuevas experiencias de un artista que ha sabido madurar, pero que se niega a estancarse tanto como a dejar de aprender y evolucionar», explica De la Iglesia en un texto recogido por el Teatro Romea.

Los espectadores que asistan al concierto «escucharán y contemplarán una nueva faceta del intérprete malagueño», que comienza una nueva etapa tras cerrar la trilogía musical (y sentimental) que inició en 2008 con Los mares de China, continuó con Todas las calles (2010) y culminó con aquel La menor explicación (2012).

Las canciones de Si sucede, conviene hablan «del perdón, de recuerdos de la infancia y de miradas hacia el futuro». Estamos ante un disco luminoso, con «textos donde abunda una poesía de la felicidad que reconforta» y que «transitan por nuevos y exuberantes aires sonoros, ritmos latinos y bailables que nos llevan de Nueva York hasta La Habana pasando por Brasil».

Zenet estará acompañado en escena por su guitarrista y compositor habitual, José Taboada, y por una nueva base rítmica encabezada por el percusionista Moisés Porro, el contrabajista Yrvis Méndez y los habituales Manuel Machado (trompeta), Ove Larson (trombón) y Pepe Rivero (piano). Con ellos, el del barrio de Pedregalejo agotó las entradas del Teatro Nuevo Apolo de Madrid para la presentación del álbum, e hizo lo propio el pasado mes de diciembre en el Teatro Cervantes de su Málaga natal; y es que, «a pesar de las dificultades que existen hoy día para la promoción musical, los adictos a Zenet saben esperarle y reencontrarle en cada nuevo trabajo, en cada nueva gira, con una fidelidad que sólo es posible cuando se trabaja duro, sin trampa ni cartón, con autenticidad y talento», asegura De la Iglesia, quien le conoce bien.

Zenet demuestra con este nuevo disco que «se niega a estancarse tanto como a dejar de aprender y evolucionar»; un Zenet con la esencia que le caracteriza, con aire jazz, resonancia de las músicas de medio mundo y la estática crooner de Nueva Orleans, pero que abre a machete y con voz rasgada una nueva senda en un camino sin final pero que mañana le pondrá a las puertas del Romea.