Dos colegas, Rafe y Rocky, se percataron hace ya ocho años de una tendencia que a ellos, melómanos de pro, no les hacía demasiada gracia. «Se dieron cuenta de que en los conciertos la gente se dedicaba a hablar, no miraba al escenario, estaba con el móvil...». Por supuesto, no era cuestión de generalizar, ya que había un grupo, un porcentaje más o menos destacable de público, cuya intención era disfrutar de la música. «De ahí el aforo reducido. Queremos gente que le guste de verdad».

Quien habla es Nieves Martí, city leader de Sofar Sounds Murcia. ¿Y qué es eso de Sofar Sounds? «Son conciertos secretos en lugares en los que no te podrías imaginar que podrían celebrarse», explica Martí. El proyecto, como desvela la anécdota (real) del primer párrafo, tiene un bagaje importante -desde 2009- y ya ha alcanzado a más de 320 ciudades en todo el mundo. En España, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Tenerife, entre otras, ya gozaban de delegaciones de Sofar Sounds y, desde hace apenas unos días, Murcia se ha unido al club gracias a la iniciativa de Martí. «Conocí el proyecto en Barcelona. La verdad, me pareció extraño que nadie antes hubiera tomado la iniciativa en Murcia teniendo en cuenta que tenemos una escena musical que es la caña», asegura.

Pese a que bandas de recorrido como los murcianos Second se han animado en los últimos tiempos a sorprender al público de Sofar Sounds, a priori la organización busca «bandas emergentes» -que pueden ofrecerse a través de la web www.sofarsounds.com/murcia- para organizar «conciertos íntimos», para un reducido público y en formato acústico o semiacústico, «no es cuestión de molestar a los vecinos». Y es que la clave de este proyecto reside en las localizaciones. «Desde oficinas a salones de casa -que fue como nació Sofar Sound-, jardines, terrazas...», prácticamente cualquier sitio es bueno, siempre que tenga «cierto encanto». «De momento ya estamos hablando con diferentes locales y personas para ver si quieren acogernos, pero, por otro lado, ya estamos recibiendo propuestas en la web», asegura Martí.

Eso sí, para los interesados, el lugar es un secreto hasta poco antes de comenzar el show, que suele tener una duración de dos horas y la participación de tres bandas. «Lo primero es conseguir las invitaciones. Abrimos un evento en la web de Sofar Sounds y a partir de ahí ya se puede solicitar. La cosa está en que como son aforos muy limitados, las invitaciones las repartimos por sorteo. Cinco o seis días antes del concierto se les informa por correo si la han conseguido o no. Y el lugar en el que se hace se manda también al mail, pero solo 36 horas antes de empezar el concierto. No obstante, en el evento que hay en la web y en Facebook se señala la hora y la zona de la ciudad en la que va a tener lugar, para que los asistentes tengan una orientación», explica Martí, aunque advierte: «los grupos son sorpresa».

La primera sesión, que tendrá lugar el próximo viernes en la zona de la catedral, ya no admite más registros -«Tenemos muchas más solicitudes que aforo, la respuesta ha sida brutal», dice-, pero pronto abrirán un nuevo evento: «Los conciertos tendrán lugar una vez al mes». Los invitaciones son gratuitas, así como el registro, pero Sofar Sounds pide una colaboración mínima de cinco euros en los bolos para sostener el proyecto. ¿A cambio? «Un entorno respetuoso con músicos y público».