Los malasañeros Sex Museum son un plato de gourmet en los días que corren. Entienden la música de la misma forma que los grupos de los setenta: gran cantante, excelentes músicos, unión total como grupo... Pero tienen algo que les hace únicos, y es su estilo. Guitarras y teclados que abrasan, cierto regustillo setentero, guiños al punk de antaño y riffs extraordinarios, bien sustentados en la que probablemente sea una de las mejores bases rítmicas del país. Transmiten una sensación de urgencia y vitalidad.

Sex Museum, que estarán este sábado en la sala REM de Murcia, ofrecen un electrizante show capitaneados por los hermanos Pardo, Miguel a la voz (la iguana española, que se conoce todos los movimientos de Mick Jagger) y Fernando a la guitarra (una guitarra que pone los pelos de punta); además, la encantadora Marta Ruiz a los teclados de su Hammond, el bajista Javi Vacas, de los Vacazul, y Loza a la batería (cada golpe de sus baquetas hacía temblar la sala).

La aventura se inició en 1986. A lo largo de tres décadas de carrera musical han publicado 13 discos, una decena de singles y han aparecido en varios recopilatorios americanos e ingleses. Han recorrido España y Europa de cabo a rabo, y es precisamente encima de un escenario donde el grupo es más admirado y respetado. Hace años, Deep Purple les eligieron como teloneros para una gira por varias ciudades españolas y también telonearon a Whitesnake.

Símbolo del rock underground español, Sex Museum son unos clásicos. Después de un parón atribuible al más que merecido éxito que gran parte de los miembros de la banda está teniendo con Los Coronas, su participación junto a Arizona Baby en Corizonas, vuelven a primera plana de la escena con un pie en el garaje y otro en el rock de los setenta. Además anuncian documental y un nuevo disco. Son el paradigma de la independencia y la coherencia. Una vida entregada a los ideales, a una continua búsqueda por la siguiente experiencia.