«El siglo XIX está considerado como uno de los siglos más convulsos de la Historia de España. La invasión napoleónica trajo consigo cambios en el devenir político y social de nuestro país, así como en el ámbito cultural. Estas transformaciones hacen que aparezcan nuevas condiciones para la vida artística que marcarán profundamente su futuro desarrollo. Es por eso, por lo que esa centuria representa una de las épocas más fecundas de la Historia del Arte en nuestro país». Con estas líneas Marisa Oropesa, destacada comisaria a nivel nacional, introduce la exposición Senderos a la Modernidad, que se inauguró este viernes en el Centro Cultural Las Claras de Murcia.

La muestra, organizada por la Fundación Cajamurcia, la componen cerca de 80 obras de los más notorios pintores de la España de entresiglos (XIX-XX), tales como Sorolla, Carlos de Haes, Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga, Isidre Nonell, Joaquín Mir, Anglada Camarasa, Francisco Domingo, Manuel Benedito, Emilio Sala y así hasta 30 grandes artistas.

Concretamente, un total de 77 obras de la colección Gerstenmaier, que «con el paso del tiempo se ha convertido en una de las más interesantes e importantes del panorama español, consiguiendo reunir más de un centenar de pinturas europeas de diversas escuelas y procedencias», subrayan fuente de Cajamurcia.

La muestra, que podrá visitarse en Las Claras hasta el 23 de abril, sumerge al espectador en la extraordinaria fecundidad plástica de los artistas españoles de esa época -«una de las más fructíferas de la historia del arte de nuestro país»-, en la que orientaron sus creaciones hacia los movimientos de gran dinamismo que se producían en los países vecinos, principalmente Francia.

Según explica la comisaria de la muestra, las obras expuestas ayudan a entender las décadas revolucionarias que gestarían todos los ismos del siglo pasado.

A comienzos del siglo XIX, los protagonistas del ámbito artístico eran los pintores neoclásicos, aunque también gozan de gran importancia los artistas 'románticos'. Fue ya en la segunda mitad de dicho siglo cuando los paisajistas empiezan a dominar un panorama pictórico en el que la concepción realista iba desplazando a las directrices románticas y el academicismo, gracias en parte a la figura de Carlos de Haes, artista español de origen belga presente en esta muestra. Su discípulo Aureliano de Beruete dio un paso más al acercar su estilo al Impresionismo, del que también bebieron Anglada Camarasa y Darío de Regoyos, ambos parte de Senderos a la Modernidad.

Paralelamente al paisaje, el retrato es otro de los géneros que alcanza gran notoriedad, con pinturas marcadas por la estética realista que culminan en la decadente elegancia característica de finales de siglo XIX y comienzos del XX, con exponentes tan geniales como Zuloaga o Joaquín Sorolla, uno de los grandes protagonistas de esta exposición.

También se pueden admirar obras pertenecientes a uno de los principales movimientos artísticos de principios del siglo pasado: el Modernismo, como son las pinturas de Isidre Nonell, Joaquín Mir o Eliseo Meifrén.

Todos estos sucesos «nos llevan a afirmar de una forma categórica que el siglo XIX fue una época revolucionaria para los artistas que consiguieron derribar aquellos muros impuestos por la tradición pictórica», señala Marisa Oropesa. Durante años, «el peso de la costumbre no permitió que la pintura moderna latente ocupara un lugar prominente en el panorama artístico hasta que por fin llegó el cambio. Precisamente, el público que se acerque a esta exposición podrá disfrutar de la genialidad de los maestros de la pintura española de esos años a través de la colección Gerstenmaier», sentencia la comisaria.

Además de Oropesa y Pascual Martínez, gerente de la Fundación Cajamurcia, en la rueda de prensa de presentación previa a su inauguración estuvo presente el catedrático de Historia del Arte Cristóbal Belda, así como Hans Rudolf Gerstenmaier, coleccionista alemán afincado en España que ha cedido las obras expuestas.