El escritor Antonio Parra recibió ayer el galardón del Libro Murciano del Año por La mano de Midas (Amarante) «con mucha alegría», como reconocía a esta Redacción horas antes de recibir el premio, en un acto en la Biblioteca Regional, donde también fue reconocido el escritor Antonio Soto por La sombra de Arthur (Huerga Fierro Ediciones).

«Es una gran satisfacción no sólo el reconocimiento, sino que además sea un premio que te dan en tu tierra», aseguraba Parra Sanz. «Uno 'lanza' su libro al mundo y no sabe lo que va a ocurrir, por lo que es una alegría», añadía el autor de La mano de Midas, libro con el que recuperaba al detective Sergio Gomes, que 'apareció' por primera vez en la novela Ojos de fuego (2009).

«Fue él quien decidió regresar -asegura Parra-, y a él le corresponde este premio». En La mano de Midas, Gomes viaja a Cartagena para resolver un caso de asesinato. «Recuerdo con cariño cómo surgió y escribí la historia, en la que 'le regalé' al protagonista mi propia llegada a la ciudad portuaria y fue bonito rememorarlo mientras escribía la novela», relata el escritor madrileño, afincado en Cartagena desde hace años «por amor» y que se ha dejado llevar desde entonces «por la influencia del Mediterráneo».

«A Gomes le pasará igual, tendrá que adaptarse a esta ciudad tan peculiar», adelanta Parra de la próxima novela protagonizada por este detective.

El escritor, por otro lado, presentó recientemente Butaca de patio (Murcia Libro), que recoge artículos publicados en su blog entre 2008 y 2013. «Todos llevan el título de una película; elegía una noticia curiosa y lo relacionaba con algún filme, así podía unir mis dos pasiones, el cine y la literatura», explica el escritor sobre estos artículos que, lamenta, no se han quedado «desfasados» con el paso del tiempo. «Hablan de corrupción, de la estupidez del ser humano, de cómo vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro... de lo ciegos que estamos a veces», enumera con cierta «amargura». «Parece que no aprendemos a desterrar los defectos -explica-, siguen los casos de corrupción, los odios por las diferentes ideologías se han fermentado y es triste ver que parece que vamos hacia atrás en vez de avanzar hacia adelante». Pero en Butaca de patio también rescata casos curiosos en los que la realidad supera la ficción. «Hay cosas que lees en los medios que sirven de material literario y que si no supiera que son noticias reales me costaría pensar que son verdad», asegura.