Llamativo duetto, Lonely Together, que reúne en escena a dos carismáticas personalidades de la escena contemporánea, Roberto Olivan y Gregory Maqoma. Tras muchos años separados por sus distintas trayectorias artísticas y por sus diferentes culturas, provocan un reencuentro que aprovechan para un provechoso flujo de experiencias. Lonely Together resume a la perfección esta circunstancia. Dos artistas dibujan, a través de un sugerente juego teatral y en un cierto tono de amables soliloquios y divertidos pareos, una historia de amistad a través de la danza, de su propia danza. El interés de la pieza es el de generar en el público una experiencia más allá de lo estético, acercar las emociones con la alegría que supone el encuentro tras muchos años sin saber demasiado el uno del otro para provocar la sonrisa, estimular el buen humor, y desmitificar, en definitiva, el halo de trascendentalismo en torno a un espectáculo de danza contemporánea, es decir, no necesariamente hay que entender, ¡se trata de disfrutar!

La propuesta era muy sencilla; conectar con las emociones, pero con las emociones más positivas, la alegría, la ternura, el amor, el cariño, la añoranza del hogar, todo ello tratado con un gran sentido del humor. ¡Muy buena, por cierto, la parodia de la jota aragonesa!

Me vienen a la memoria las reflexiones acerca del poder de la risa que desarrolla Umberto Eco en El nombre de la rosa. La trágica disputa por el tratamiento de la risa en la Poética de Aristóteles entre los monjes Jorge de Burgos y Guillermo de Baskerville por el origen de ésta y sus distintos efectos. Recojo está reflexión y la traslado, con mucho respeto, al contexto de la vanguardia artística, que no trata mucho la risa, es más, son pocos los que se atreven, y su inclusión en una pieza coreográfica no desmerece, en absoluto, la profundidad con la que se quiera tratar cualquier tema. Es cierto que es fácil sobrepasar los límites del ingenio, la ironía, lo divertido y llegar a lo burdo y ramplón si no se tiene cuidado, pero practicar la risa, la sonrisa, la carcajada es tan sano que Olivan y Maqoma han contribuido a sanarnos a las mil maravillas con Lonely Together.