David Gracia es un murciano afincado en Barcelona, licenciado en arte dramático musical, que ha trabajado como actor-cantante en algunos espectáculos, principalmente de teatro musical, al mismo tiempo que ha compuesto música para teatro y danza. Fue vocalista de una banda de speed metal, Naggaroth, y participó en el Creajoven como David y los Calambres. En Barelona creó el proyecto Fur Voice. Ahora presenta Alegancia.

David Gracia, ¿qué hace un murciano como tú en Barcelona?

Jeje... intentar llevar a cabo mis proyectos y relacionarme con la comunidad murciana que vive aquí, entre otros. La verdad que siempre he tenido la necesidad de viajar. Me vine en 2006 y estoy a gusto en Barcelona, pero sigo teniendo la necesidad de viajar.

¿Qué nos puedes contar de tus aventuras previas en Naggaroth y David y Los Calambres.

De David y los Calambres te puedo contar que fue un grupo que quedó más en un proyecto, pero estuvo muy bien lo que duró. Grabamos una maqueta y lo que dices de la semifinal del Creajoven. De Naggaroth te puedo contar que el speed metal no era un estilo que yo controlara mucho, pero estuve cantando con ellos haciendo bolos un par de años. Me lo pasaba muy bien, me sentía muy expansivo.

¿No huirías a Barcelona por el poco caso que te hicieron/hicimos tus paisanos?

Jaja, no, como te decía, sigo teniendo la necesidad de viajar.

¿Cuándo nació Fur Voice?

Nace al llegar a Barcelona en 2006, aunque la primera publicación que hice de un EP y los primeros conciertos fueron más tarde, en 2009. El nombre me lo puso mi pareja de entonces. Significa voz de pelo. En esa época yo estaba muy interesado en la voz como instrumento, y lo sigo estando. Hacía sesiones de armónicos con Enrique Martínez, otro murciano -él vive en Madrid-, y con el que descubrí las sonoridades de la voz y todo el ejercicio de exploración y experimentación. Me apasiona este tema.

Tu anterior disco, Onto Endo, publicado hace 5 años, fue un disco que obtuvo muy buenas críticas de la prensa especializada. Rockdelux hablaba de ti como «poscantautor de electrónica abstracta». No parece una mala definición. ¿Tú como lo explicas?

No me parece mal. A mí no me gusta mucho analizar o definir lo que hago, así que siempre prefiero que lo hagan otros. En concreto, esta definición la hicieron cubriendo un concierto que hice en el BAM. Supongo que en directo es más fácil ver que detrás de la música hay un cantautor.

¿Con qué sonidos o referencias te identificas especialmente?

Pues por ejemplo hace poco he conocido a Le Parody. En general me identifico con artistas que hacen su música de forma personal. Me gusta la gente que arriesga y que, de alguna manera, te incitan a componer, escribir, o lo que sea. Yo tengo más debilidad por el pop experimental, el shoegaze, la electrónica, la psicodelia, las vanguardias y la música clásica contemporánea.

Tu nuevo disco, Alegancia, ha tenido una cocción lenta. ¿A qué se ha debido? ¿Has necesitado una elaboración mayor?

Sí, las canciones me pedían elaborarlas más, yo quería darme todo el tiempo necesario, lo que pasa que al final, es cierto, ya se me hacía demasiado larga la espera. Son canciones que ya se corresponden a unos años atrás, les di vueltas, incluso tengo versiones, y otras canciones que podría publicar como la no selección de Alegancia. No me gusta conformarme con lo primero que hago.

Parece que la imagen tiene una gran importancia en tu música. Algunas canciones así lo sugieren, y hay un cuidado especial por tus vídeos. Por cierto, Fantasía ha sido muy reconocido internacionalmente.

Sí, el videoclip de Fantasía de Pablo Maestres ha estado por todo el mundo. También acabamos de sacar el de De otro lado de Chuso Ordi, y hay otros pendientes con María Sosa y Slurp. Me gusta mucho colaborar con artistas visuales. En los conciertos también voy con Ana Mundana, que proyecta en directo. También me gusta mucho el cine y el mundo audiovisual en general. Yo a veces comienzo a escribir una canción a partir de una imagen que me da pie a una historia.

¿Qué te ha inspirado las canciones de Alegancia?

Me han inspirado las experiencias propias. Me gusta ir escribiendo frases en una libreta de forma impulsiva, que después puedo desarrollar o no... Me gusta dejarme llevar y escuchar lo que me dice el subconsciente. Hablo de sueños, de viajes, de amor, la amistad, las formas de vida en la ciudad... temas que tengo cerca y que me hacen pensar.

¿Por qué has titulado Alegancia al disco?

Cuando estaba improvisando la canción que se llamaría Alegancia me vino la palabra a la cabeza. Me imaginé una historia de alguien que titulaba sus memorias así, alguien que está en otro sitio, como dice la letra de la canción, con su propio lenguaje. Los juegos de palabras multiplican las lecturas, puedes elegir y cerrar tú el significado.

Volver a Murcia con este proyecto Fur Voice en el 31 Ocio, ¿tiene un significado especial para ti? ¿Qué vamos a encontrar?

Es muy especial, porque yo pinchaba y trabajaba en el Ocio. Es como un segundo hogar para mí, ¡y encima es un aniversario como si fuera un festival!, con muchos conciertos, sesiones de Djs y actividades culturales. Me reencontraré con amigos y conoceré a otros artistas que también tocan en el aniversario. ¡Así que es genial!

¿Cómo se ve desde Barcelona la escena de Murcia?

Pues me han dicho muchas veces: «Anda, ¿eres de Murcia? ¿Qué pasa allí que todo el mundo es músico o hace cosas?» Yo por lo menos de siempre veo mucho movimiento a través de la gente que conozco.