El periodista y escritor cartagenero Arturo Pérez-Reverte ha visto cómo su El pintor de batallas se ha convertido en obra de teatro gracias a la adaptación homónima de Antonio Álamo. Pérez-Reverte acudió el viernes en Valladolid al estreno del montaje, que cuenta para los decorados con la obra plástica del también murciano Ángel Haro.

La obra enfrenta en el escenario a los dos intérpretes, Jordi Rebellón y Alberto Jiménez, conocidos por sus trabajos en la pequeña pantalla, en películas y en obras de teatro.

Según el director de escena de la obra, Antonio Álamo, este El Pintor de batallas va «mucho más allá» del mero relato de una historia de guerra, ya que el «verdadero tema principal es la mirada que el mundo tiene sobre el mal»; para ello, la carga ética y metafísica de la obra está «muy presente».

Sobre el escenario un pintor y fotógrafo de guerra, Faulques, encarnado por Rebellón, y un superviviente de la guerra de los Balcanes, Ivo Markovic, a quien da vida Jiménez, entablan una batalla dialéctica en busca de su propia supervivencia, después de haber vivido experiencias de «sangre, sudor, mierda e infinita crueldad».