Ángel Mateo Charris ha regresado a algunas etapas de su trayectoria artística para celebrar con una exposición sus treinta años dedicados a la pintura. La muestra, Los cosmolocalistas, se inaugura el próximo 9 de septiembre en el Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena (Muram).

Para esta exposición, una de las más destacadas del último trimestre del año, Charris (Cartagena, 1962) repasará su trayectoria artística. Los espectadores podrán recorrer las etapas clave de tres décadas dedicadas a la creación, pero será a partir de obra realizada exclusivamente para esta muestra. «He retomado temas de algunas de mis anteriores exposiciones, pero las obras están hechas a lo largo de este año, también hay algunas piezas anteriores, pero inéditas hasta ahora», explica el pintor, que mostrará así una «falsa retrospectiva», ya que todas serán piezas nuevas -la mayoría óleo sobre lienzo- a los ojos del espectador.

«En estos treinta años no ha cambiado mi forma de enfocar mi trabajo y me he reencontrado con puntos de interés que he mantenido a lo largo de estas décadas; he partido para las nuevas obras de exposiciones como la del año 93, República de Cartagena, un país inventado por mí (que nada tenía que ver con el cantón) y hay muchas otras que recuerdan las series de viajes, en la nieve, en África...», adelanta el pintor.

Charris, que acompañó ayer a la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, durante la presentación de la programación del trimestre en el Muram, también cita 1993 como el año en el que comenzó a crear a partir de sus propios intereses, «una vez que filtré todas las influencias de los primeros años», y a «mantener un estilo de figuración neutra, en el que puedo tratar los temas sociales y otros más banales».

Además de los óleos, los espectadores podrán contemplar hasta el 30 de enero una instalación compuesta por tres trípticos, madera y piezas colgantes en la planta baja del museo. Y, aunque se enmarquen dentro de otras disciplinas, «toda mi obra acaba siendo pintura, aunque parta del collage y utilice varios materiales, acaban siendo pintados». Porque la pintura ha marcado la vida de Ángel Mateo Charris; «ha determinado lo que voy a ser y quiero hacer» desde que descubrió que esa era su pasión.

Respecto al título de la exposición, los espectadores encontrarán la respuesta en el catálogo de la muestra del Muram, en el que Charris narra una historia de una supuesta partida de bolos entre los globalizadores, nacionalistas, localistas y cosmolocalistas. «Me interesa hablar de lo global y de la suma de lo local; no me importan las categorías intermedias, para mí es el ser humano o el vecino de barrio», explica Charris, ilusionado con exponer en el Museo de Arte Moderno. «En ese edificio hay algo de mí, ya que Martín Lejarraga me invitó a hacer una pequeña intervención en su fachada durante la rehabilitación, por lo que le tengo especial cariño, y aquí hice hace 30 años mi primera exposición», recuerda el pintor, que revisita su obra pasada para seguir creando en el presente.