El proyecto llamado 'El pimiento indomable' «nace en 2012, cuando Veneno y Buscaglia se unen para hacer un disco a medias. Se encontraron en Montevideo en el otoño austral para acabar las canciones, ya antes tarareadas en skype, mails y archivos de audio transoceánicos, y ese mismo verano se acabó la mezcla en Los Ángeles», explican desde la organización del concierto que esta noche -y con entrada libre- darán los artistas en Cieza. LA OPINIÓN charló ayer con ambos -por teléfono y gracias al manos libres-, y coincidieron en muchas cosas: entre ellas, en que su unión musical tiene visos de ser a largo plazo.

¿Qué prometen en este espectáculo que llega a Cieza?

Martín: Vamos a tocar el repertorio que hemos compuesto para el disco de esta banda. Nada de los temas que solemos tocar solos.

Kiko: Ya estuvimos en Murcia, en una sala pequeña, el año pasado con este espectáculo. Como el Pimiento Indomable tenemos doce canciones, aunque un par de ellas no las hacemos.

¿Solos o con banda?

M: Tocamos en vivo solamente Kiko y yo.

¿Solamente? ¡¿Te parece poco?!

M: Kiko muestra sus dotes de percusionista polirítmico. Yo toco instrumentos un poco más clásicos. Al estar los dos solos en el escenario, somos más libres para modificar los temas. No es como cuando tienes una banda.

Llamativo es poco el nombre de la banda: El Pimiento Indomable. ¿De dónde sale?

K: Es un nombre filosófico-culinario y hace mención a la relación que hay entre la cocina y la música. Y esa ´indomabilidad´ de las personas que intentan que la música ocupe el lugar que merece. Que buscan armonía y comunicación a través de la música. Y luego la metáfora del pimiento, que se niega a perder su sabor. A pesar de la agricultura industrial, no hay quien pueda con el pimiento.

Y hablando de música, ¿cómo ven el estado de la actual?

K: En Radio 3 ponen bastante buena música. A nosotros nos gustan más los clásicos. Estamos escuchando a Kendrick Lamar y a David Bowie.

M: Bowie es un ejemplo de alguien que, hasta el último suspiro, siguió haciendo música.

¿Son ustedes de los que piensan que la creatividad es un don divino o creen que se puede generar y cultivar?

K: La creatividad es un don humano, pero necesita de un contexto económico y social en el que pueda ser libre y en armonía. Y la música viene sola.

M: Cualquiera puede hacer cualquier cosa. Creo que siempre se tiende a idealizar el pasado. Cuando los clásicos sonaban, en su época, había también un montón de música irrelevante.

Dicen en una de las canciones que Todos somos raros. ¿Se escapa alguien de serlo?

K: ¿Tú te ves rara, por ejemplo? Yo me veo raro. En el sentido de diferente, claro que sí.

M: Tenemos una contradicción: si todos somos raros, nadie lo es.

K: A los humanos nos gusta tender a la homogeneidad. Estamos un poco atrapados. El capitalismo nos toma en bloque. Quieren que todos seamos iguales, que todos tengamos el mismo grado de manejabilidad.

M: Nos hacen creen que nos gusta ser así. Al mismo tiempo, si quieres usar un buscador que no sea Google, lo tienes más difícil.

¿Puede escapar el ser humano de esta especie de condena?

K: ¡Líbrame, Señor, de todo mal! La mayor parte de la gente piensa que esto es así. Con el Catolicismo.

Volviendo al proyecto musical del Pimiento Indomable, ¿nace con vocación de ser una unión a largo plazo?

K: Estamos asentando nuestro proyecto como una realidad separada de nuestras respectivas carreras. Estamos aquí asentándonos para que la gente nos conozca.