¿Por qué escribir novela negra? ¿Qué le hizo decantarse por este género?

Nunca me propuse escribir policíaco pero, dada la tendencia a la atrocidad de mis personajes, no me aceptaron en ningún otro género.

Mencione un autor del género que podamos considerar de culto para usted.

He estado a punto, a un pelo, de responder que Roberto Bolaño. Pero al final diré que Ross Macdonald para evitar controversias.

¿A qué personaje, policía o detective, le hubiese gustado crear?

Al insigne profesor James Moriarty: un personaje que apenas aparece en la obra de Conan Doyle pero que sigue proyectando su sombra de maldad mucho más de un siglo después de su creación.

¿Prefiere la sangre o la psicología en sus novelas?

La sangre debe impregnar una sólida coartada psicológica que la explique, la ambiente e incluso la justifique.

¿Algún arma preferida a la hora de matar?

Probablemente el sexo sea el arma que provoca algunas de las muertes más horrendas y, por tanto, más apasionantes.

Valore la novela negra española frente a la de otros países.

La novela negra española supera a la de muchos países en riqueza y diversidad de tendencias pero, quizás por eso mismo, pierde en identidad y originalidad.

¿Qué le ha impulsado a asistir a Cartagena Negra, conocía ya estas jornadas?

Tengo las mejores referencias de la edición anterior, el director merece toda mi confianza y todos me dicen que Cartagena es una de las ciudades más novelescas que existen, ¿cómo podía negarme?

¿Qué opina del boom de festivales negros que hay en España?

La nueva corriente de festivales es el inicio de una renovación en la difusión literaria que muy bien se puede extender a otros géneros. Una nueva manera de promocionar las obras creando lectores, profundizando en las temáticas abordadas y cuidando extremadamente los aspectos lúdicos que sustituirá a la actual dinámica de presentaciones individuales.

¿Hay algún tema que no trataría nunca en sus novelas?

Intento ser un profesional: los proxenetas, los curas y los novelistas debemos saber adaptarnos a toda clase de circunstancias.

¿Cree que la realidad supera a la ficción como fuente de argumentos negros?

Claro que no, la realidad -sin tratamiento de un novelista- es una gilipollez tediosa, vulgar y habitualmente insoportable. Si me advierten al comienzo de una película o novela de que están basadas en hechos reales, las abandono de forma inmediata.

¿Qué le diría a un lector que no conozca su obra para que se acerque a sus novelas?

Que lea al Marqués de Sade, a Enrique Jardiel Poncela, a Graham Greene y a Antonio Buero Vallejo antes de empezar con los novelistas de mi generación.

¿Cuál es, si se puede confesar, el siguiente crimen que tiene en mente?

Por complejos motivos, el criminal de la novela que escribo está feminizando al tipo que va a asesinar. Ninguno de los dos está disfrutando con ello, pero espero que los lectores sean más complacientes.