¿Por qué escribir novela negra? ¿Qué le hizo decantarse por este género?

La novela negra es el género que mejor describe la realidad actual. En el futuro se leerán novelas policiacas para saber cómo era una sociedad.

Mencione un autor del género que podamos considerar de culto para usted.

James Ellroy.

¿A qué personaje, policía o detective le hubiese gustado crear?

Lew Archer, de Ross MacDonald.

¿Prefiere la sangre o la psicología en sus novelas?

La violencia está en el día a día, sería absurdo ignorarla. Por supuesto, la psicología de los personajes es clave para hacer una novela verosímil.

¿Algún arma preferida a la hora de matar?

La improvisada.

Valore la novela negra española frente a la de otros países.

Al contrario que en USA o países nórdicos, en España tenemos una gran oferta de novela negra muy variada. Es muy difícil comparar a Alexis Ravelo, Carlos Zanón o Marcelo Luján, por citar a los tres últimos ganadores del Premio Hammett, pero todos son excelentes narradores.

¿Qué le ha impulsado a asistir a Cartagena Negra, conocía ya estas jornadas?

Soy de Yecla. No ir al festival de mi Región sería sacrilegio.

¿Qué opina del boom de festivales negros que hay en España?

Espero que duren muchos años, cuenten cada vez con más apoyo tanto ciudadano como institucional y se vayan abriendo a otras disciplinas como el cómic o el cine.

¿Hay algún tema que no trataría nunca en sus novelas?

No me pongo fronteras. He escrito hasta de zombis.

¿Cree que la realidad supera a la ficción como fuente de argumentos negros?

La realidad es muy mala narradora. Cada día salen noticias que sonarían inverosímiles en una novela.

¿Qué le diría a un lector que no conozca su obra para que se acerque a sus novelas?

Hay mil formas, incluso gratuitas, de acceder a mi obra. Humildemente, les invito a que ojeen cualquiera de mis libros y, si les gusta, sigan leyendo.

¿Cuál es, si se puede confesar, el siguiente crimen que tiene en mente?

Este mismo mes de septiembre aparecerá una novela titulada El club de los mejores, firmada con el seudónimo de Arthur Gunn. Necesitaba un cabeza de turco al que cargar el delito, y Arthur se ofreció libremente tras ponerle una pistola en la cabeza. Se trata de una novela negra sin sangre, ni violencia, ni asesinatos. El más difícil todavía.