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¿Por qué escribir novela negra? ¿Qué le hizo decantarse por este género?

Creo que acabé por escribir sobre todo aquello que como lectora me atraía más. Soy buena lectora de novela negra y acabé, casi sin premeditación, por escribir novelas de género negro.

Mencione un autor del género que podamos considerar de culto para usted.

Dennis Lehane

¿A qué personaje, policía o detective le hubiese gustado crear?

Al comisario Maigret

¿Prefiere la sangre o la psicología en sus novelas?

La exploración psicológica y algo de sangre. No considero que sean excluyentes.

¿Algún arma preferida a la hora de matar?

No, aunque el veneno me tienta más que otras por lo que supone de premeditación.

Valore la novela negra española frente a la de otros países.

Creo que en este país se escribe muy buena novela negra y que debemos reivindicar la calidad de nuestra novela frente a los aludes de novelas nórdicas o las modas puntuales procedentes de otras latitudes.

¿Qué le ha impulsado a asistir a Cartagena Negra, conocía ya estas jornadas?

Había oído hablar de ellas a otros autores que las valoraban muy positivamente y por esa razón acepté la invitación de inmediato.

¿Qué opina del boom de festivales negros que hay en España?

Creo que convienen los eventos en los que se hable de novela, sobre todo si se intenta que acuda gente joven. Algunos de los festivales son relativamente jóvenes y todavía están consolidándose. Sería deseable que los festivales fueran acompañados de un repunte en las ventas. Las ventas son el mayor problema del sector.

¿Hay algún tema que no trataría nunca en sus novelas?

No me lo he planteado. A priori creo que no. Pero puedo decir que no me interesan las organizaciones mafiosas o el crimen organizado. Prefiero temas más viscerales.

¿Cree que la realidad supera a la ficción como fuente de argumentos negros?

Creo que la ficción parte, casi siempre, de la realidad y que corren a la par. Ambas consiguen sorprendernos.

¿Qué le diría a un lector que no conozca su obra para que se acerque a sus novelas?

Le diría que en mis novelas predomina la fatalidad, la mala suerte que a menudo quebranta la vida de personas corrientes. Que mis lectores afirman que son historias que impactan porque el lector se identifica sin dificultad con los protagonistas, tanto con los criminales como con sus víctimas.

¿Cuál es, si se puede confesar, el siguiente crimen que tiene en mente?

Una sucesión de muertes inexplicables en la actualidad cuyo germen es remoto.

Barcelona, 1962

Con su primera novela, Horacio en la memoria, obtiene el XXV Premio Cáceres 2000. En 2004 comienza su colaboración literaria con Pablo Bonell Goytisolo y publican Cienfuegos, 17 agosto, adentrándose en el mundo de la novela de intriga; juntos crean al inspector Santiago Escalona, protagonista de las tres novelas siguientes que escriben juntos: Las cosas de la muerte, Mala sangre y Un mal día para morir. Resulta finalista del IX Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones con El loco de las muñecas, la historia de un mendigo que es desgranada a partir de su muerte. En 2008 publica Hijos de la derrota, una novela que parte del fin de la guerra civil para contar cómo afecta a la vida de tres niños la manera en que sus padres se enfrentan al comienzo de la dictadura. Consigue el Premio Rejadorada de Novela Breve por La cicatriz en 2009 y al año siguiente publica Mentiras capitales, una historia ambientada en la posguerra, en la que nos adentraremos en la vida de unos personajes que, a bordo de un barco, huyen a Veracruz de sus vidas. También es guionista.