¿Quién lo iba a decir?. El gran Alejandro Magno, el invencible, el héroe, el mito, el dueño y señor de un vasto territorio entre Grecia y la India, baja a la tierra, duda y se muestra humano.

Así se presenta el rey macedonio en el Festival de Teatro de San Javier, hasta donde llega tras su reciente estreno en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Luis Luque, director del montaje, y Eduardo Galán han realizado una versión libre del texto de Jean Racine, imaginando cómo era el hombre que había detrás del mito, que llega intacto a nuestro días 25 siglos después, y lo han abordado «a partir de lo que hizo porque no nos queda rastro de su carácter y personalidad», explica Luque.

«Escribirán grandes historias sobre mis batallas, pero ¿sabrán realmente quién fue Alejandro?» se pregunta el actor Félix Gómez que da vida al rey de Macedonia, que a su muerte con 33 años había conquistado todos los reinos entonces conocidos. El reparto se completa con rostros populares como el de los actores Aitor Luna, Unax Ugalde, Diana Palazón, Marina San José, Armando del Río y Amparo Pamplona. La obra se centra en la última batalla que libró Alejandro Magno, la de Hidaspes, en la India, con una espectacular escenografía de la italiana Mónica Boromello en la que estará presente el agua, el fuego, el aire y la tierra y con una puesta en escena cargada de simbología, y sonido de percusión.

El diseñador Paco Delgado, nominado en dos ocasiones al Oscar por las películas La chica danesa (2016) y Los miserables (2013), ha concebido el vestuario que contribuye a la ambientación del montaje coproducido por Pentación Espectáculos y el Festival de Mérida.

El Alejandro Magno que presenta Luis Luque en este montaje, en el que ha trabajado con un equipo de unas 150 personas, pretende llegar más al hombre que al héroe fascinante. Su bisexualidad, el hecho de que muriera joven como los mitos contemporáneos, el respeto a la autonomía de los pueblos conquistados, y su preferencia por la justicia frente a la venganza hacen de Alejandro Magno un personaje moderno, para Luis Luque, que lleva a este hombre sencillo y rey, sanguinario y poeta al mismo tiempo, a preguntarse, como cualquiera podría hacerlo hasta dónde podemos llegar para conseguir lo que queremos.

Han transcurrido ocho años de campañas militares cuando el victorioso Alejandro Magno, en la víspera de la batalla del río Hispades, en la conquista de la India, piensa en alcanzar una paz duradera. «Un dios demasiado humano que no puede dormir», se recriminará esa larga noche de pensamientos confusos.

La obra es una suma de conflictos interiores, el del general Armando del Rey (Hefestión), que se mueve entre la lealtad a Alejandro, que ha sido algo más que un amigo, y el deseo compartido con sus soldados de regresar a casa.