­El pintor murciano Luis Pérez Espinosa falleció el pasado miércoles a los 64 años. Sus allegados le despidieron ayer en el tanatorio Arco Iris.

Luis Pérez Espinosa nació en el Barrio del Carmen de Murcia en 1952. Sus inclinaciones artísticas le empujaron a ingresar en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad, lugar donde tendría como mentor a José María Párraga, quien pronto le inocularía su pasión por los pirograbados.

Precisamente de pirograbados sería la primera exposición que protagonizaría con apenas 16 años en la galería Chys, centro fetiche entre los pintores murcianos, como recuerda la web www.regmurcia.com.

En 1973 viajó a Francia, donde continuó formándose en la Academia de Bellas de París y se decantaba por los planteamientos impresionistas. Tras esta etapa de encandilamiento por los parajes franceses, el pintor emprendió diversos viajes por el continente americano y europeo. Esos viajes le nutrieron de experiencias artísticas al tiempo que diseminaba muestras de su talento pictórico en los lugares visitados, como lo atestigua el hecho de que sus cuadros hayan sido adquiridos por coleccionistas de París, Roma, Bostón, Nueva York, Buenos Aires, Niza o Mónaco o el hecho de haber expuesto en multitud de ciudades, que van desde Baltimore a Montevideo, entre otras. En 2001 el pintor regresó a Murcia e instaló su estudio en el Palacio Almodóvar de la plaza de Santo Domingo. Desde allí realizó recordadas exposiciones, como aquela de 2005, cuando mostró sus obras de manera itinerante por el centro de la ciudad para acercar el arte a la calle y que los murcianos contemplaran por última vez unas piezas que ya estaban vendidas.

Entre los admiradores de su obra se encuentra Carmen Cervera, la baronesa Thyssen, que adquirió una de sus obras para exhibirla en su museo homónimo, el museo de colección privada más importante de España, o incluso la propia reina Doña Sofía que tiene en propiedad el cuadro Primeras luces.

Pérez Espinosa desarrolló otras vertientes como el pirograbado, que tuvo un carácter iniciático para él, las ilustraciones de libros o la elaboración de carteles, como el del Entierro de la Sardina de 2014 y de numerosas fiestas patronales y de festivales.

Una diversificación en la que siempre mantuvo inmutable su fidelidad a «una paleta de colores de potencialidades alquímicas», como recuerdan desde la citada web.

´Fin´, su última exposición

Todos esos colores los mostró Pérez Espinosa en el Real Casino de Murcia el pasado mes de junio, donde mostró ocho de sus obras bajo el título de Fin. Tal y como explicaba el autor a la revista RC Magazine del Casino, quería mostrar obras que fueran «luchas contra el dolor. Color, color y color para evitar que nos dañe el negro de la vida».