­­­Darío Vigueras Marín-Baldo regenta desde el año 2000 una pequeña galería de pintura y tienda de antigüedades en la plaza Yesqueros del barrio de San Andrés. Es un apasionado de la mejor pintura murciana de la historia, no en vano, su abuelo, José Marín-Baldo, fue el autor de la pintura que decora el techo del tocador de señoras del Real Casino de la Trapería, quien a su vez fue hijo del arquitecto del mismo nombre que inició el proyecto del Casino y cuyo padre fue el alcalde de Murcia Salvador Marín-Baldo, que propició durante su mandato la construcción en Murcia del primer jardín público en España, el Jardín de Floridablanca. El gusto por las antigüedades le viene, sin duda, por la parte paterna de su familia, que regentó durante años la popular tienda de menaje murciana Vigueras, en la Plaza de los Apóstoles.

De casta le viene al galgo, ¿no?

Pues la verdad que sí. Mi padre ha sido toda la vida coleccionista de arte y antigüedades, y en los años 90, después de acabar mis estudios de Graduado Social, no encontraba trabajo ni gratis, así que decidimos montar un puesto de antigüedades en un mercadillo que había en el barrio de San Andrés durante los años 96-97. La verdad que la cosa nos fue bien y entonces decidimos montar un anticuario en un local de la calle Navarra, donde estuvimos unos tres años para después, en el año 2000, trasladarnos a nuestro emplazamiento actual en la plaza Yesqueros.

¿Qué se vende mejor, la pintura o las antigüedades?

Estoy mucho más centrado en el mundo de la pintura. Ha sido el mercado que me ha ido dirigiendo hacia ahí. Mi galería no es una galería convencional porque yo solo cuelgo obra de pintores murcianos de prestigio como Párraga, Muñoz Barberán, Gómez Cano, Ramón Gaya, Pedro Flores, Hernández Amores, Alejandro Séiquer o Enrique Atalaya. Las antigüedades y el coleccionismo tienen mucha menos demanda. Tenemos mucha competencia de las ventas por Internet.

¿La crisis frenó la venta de arte?

Hoy en día no existe la clase media que antes era la que compraba. Ahora sólo se vende lo mejor de cada pintor al mejor precio y se buscan los pintores con escasez de obra.

¿Existen falsificaciones de pintores murcianos?

He visitado colecciones privadas que son para pegarles fuego. Hay mucha obra falsa circulando en Murcia y eso se va a quedar en nada por falta de compromiso de las personas competentes. Las falsificaciones están haciendo un daño brutal a la cultura murciana. Cuando nos ofrecen una ganga tenemos que desconfiar y dejarnos asesorar por un experto.

¿Cómo se puede solucionar?

Por desgracia en las Facultades de Historia del Arte no existe una asignatura que se llame Pintura Murciana. Hace falta el fomento de los pintores murcianos fuera de las fronteras regionales. Tenemos al primer Premio Velázquez, Ramón Gaya, del cual no se hace una exposición fuera de Murcia desde hace más de diez años. Si no hacemos algo ya, el arte se muere.

De puño y letra: "Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde que su padre lo llevó a conocer el hielo".

Grafoanálisis de Pablo Alzuagaray. Varios rasgos, en la letra de Darío, delatan en él a una particular forma de ´rebeldía inteligente´, especialmente cuando se topa con imposiciones y ´sugerencias´ que no podría contradecir sin provocar el estallido de un conflicto o confrontamiento: su manera de acatarlas, no obstante, será algo diferente a como le fueron planteadas (al final convencerá con los resultados). Su intelecto siempre encuentra la forma de ´hacerlo a su manera´ sin que se note demasiado, merced al gran olfato de la psicología de los demás que posee, y que le permite saber instantáneamente ´con qué bueyes ara´...