La Compañía Nacional de Danza cierra la temporada en el Teatro Real con un programa ecléctico y variado, que supone una síntesis del trabajo que la compañía ha hecho durante los últimos cinco años bajo la dirección del coreógrafo cartagenero José Carlos Martínez.

El director de la CND, que ha renovado por otros tres años, comentó ayer durante la presentación del programa que con estas representaciones, previstas los próximos días 22, 23 y 25, se finaliza el primer periodo de cinco años bajo su dirección.

Durante este tiempo ha querido «dar una nueva identidad a la Compañía Nacional», lo que se podrá ver con el programa que presentan en el Teatro Real, en el que «se tocan todos los palos que puede tocar la compañía a día de hoy».

El programa empieza con In the Night, de Jerome Robbins, una pieza neoclásica de uno de los grandes coreógrafos del siglo XX. «Me parecía esencial que una pieza así entrara en el repertorio de la Compañía Nacional, por tener a Robbins dentro de nuestro repertorio y darlo a conocer», señala José Carlos Martínez. Se trata de una pieza «muy poética que habla de sentimientos y de las emociones que tienen las tres parejas que pone en escena». Continúa el programa con Anhelos y tormentos, de Dimo Kirilov. «Cambiamos el registro y nos vamos a la parte más contemporánea de la Compañía Nacional con música de Granados, del que se muestra su lado más romántico».

La CND interpretará después Suite Nº 2, op. 17. III:Romance, un extracto de una pieza que le gustaría hacer entera en el futuro, aunque ha optado por un extracto «para poder mostrar un programa diverso». «Es la primera vez que esta coreografía de Uwe Scholz entra en el repertorio de la compañía», apuntó Martínez, quien destacó que, con música de Serguéi Rajmáninov, «sigue con ese halo poético, romántico, intimista del piano». El programa finalizará con Raymonda Divertimento, la coreografía más clásica del programa que él mismo ha coreografiado sobre la original de Marius Petipa. Con presencia prácticamente de toda la compañía, el director ha querido homenajear con ella a Maya Plisetskaya.

«La CND mostrará con esta programación todo el camino que hemos hecho durante estos cinco años, de piezas contemporáneas, clásicas y clásico académico», un periodo del que el director está «muy contento» porque han podido «llegar a hacer estas cosas tan variadas, respetando lo que se había hecho antes».

José Carlos Martínez ya ha empezado a trabajar en la nueva etapa que ahora inicia. «Estamos estudiando lo que va a ser el proyecto de la CND para los próximos tres años», en los que le gustaría seguir por el mismo camino que han recorrido hasta ahora, «pero a la vez seguir creciendo».

Nuevos proyectos

En estos tres años se ha propuesto tener «una nueva producción clásica», aunque explicó que es demasiado pronto para dar ningún título. También tiene bastante avanzada una coproducción con el Ballet de la Opera de París, Les Enfants du Paradis, una coreografía que él hizo en 2008 cuando era el bailarín estrella de la compañía. «Y dentro de esa línea de utilizar el pasado para avanzar el futuro -avanzó-, también me gustaría tener una coreografía de Nacho Duato y que volviéramos a retomar ese contacto que ya está hecho y que estamos mirando cómo lo podríamos hacer, cuándo y con qué pieza».

A pesar de los avances, Martínez quiere seguir evolucionando. «Nuestro cuerpo de baile femenino tiene que seguir trabajando, tenemos que mejorar. Hay ciertos ballet de repertorio, como por ejemplo El lago de los cisnes, que la compañía no está lista para bailar todavía. La evolución hacia el clásico, que ha sido lenta, tiene que seguir, pero todo lleva su ritmo», concluyó.