El mundo del jazz parece renovarse día a día. A cada momento surgen generaciones enteras de jóvenes leones dispuestas a comerse el mundo, nombres que suben como la espuma y rápidamente pasan a engrosar la lista de segundones, o simples acompañantes detrás de los de siempre y de los pocos que sobreviven a esa dura criba. Joshua Redman fue, hace sólo unos años, uno de esos aireados jóvenes leones, pero, a diferencia prácticamente de casi todos los músicos de su generación, Redman demostró inmediatamente su valía no sólo como instrumentista virtuoso (cualidad que casi todos los jazzmen jóvenes poseen, incluso en exceso), sino como músico completo y prospectivo. Además, es un tremendo comunicador.

Ya hace bastante que Joshua Redman (Berkeley, 1969) ha pasado de 'young lion' a ser una poliédrica y atractiva personalidad dentro del jazz actual. Hijo de uno de los saxofonistas más rompedores de la 'new thing' (Dewey Redman, del que ha heredado su fuerza y sus ganas de ir hacia delante), en los últimos años ha sabido salir de la estela de los revivalistas para crear un estilo propio, a medio camino entre la tradición y la innovación.

Influido inicialmente por John Coltrane, Ornette Coleman, Cannonball Adderley y su propio padre tanto como por los Beatles, Aretha Franklin, Prince, The Police y Led Zeppelin, Redman jamás pensó en convertirse en músico profesional: en 1991 se graduó en Harvard College, con un título de Ciencias Sociales, y fue aceptado en Yale, aunque pospuso su entrada un año y finalmente nunca llegó a ingresar, ya que se mudó a Nueva York y se sumergió en el mundo jazzístico tocando con Peter Bernstein, Larry Goldings y Mark Turner, entre otros. Ya desde sus primeros momentos llegó a tocar con grandes del jazz como Pat Metheny, Charlie Haden, Billy Higgins, Elvin Jones, Paul Motian, Joe Lovano y Chick Corea. Su carisma junto a uno de los mejores grupos de jazz contemporáneo, The Bad Plus, produjo uno de los momentos más emocionantes de los últimos años, y para el 9 de septiembre tiene previsto el lanzamiento de Nearness, su reunión con Brad Mehldau, con el que mantiene una vieja amistad. Será el primer álbum de ambos a dúo.

Embarcado en una gira europea, Redman, por su parte, ha fundado para la ocasión un cuarteto cuyos componentes ven en el hard-bop tardío una música que responde estrictamente al tiempo presente, con Jorge Rossy, el baterista español de más prestigio internacional, el pianista Kevin Hays, que nos visitó hace años en el ciclo Músicas del Alma, y el reconocido contrabajista Joe Sanders.