El Museo del Teatro Romano de Cartagena inauguró hace unos días la exposición Piranesi, el redescubrimiento de Roma. La muestra se podrá visitar hasta el 10 de octubre y está concebida a partir de la especial relación entre la antigüedad, ejemplificada por el Teatro Romano de Cartagena, y la obra del italiano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778), por su papel esencial en el redescubrimiento de Roma.

La muestra, cuyo comisario ha sido Nacho Ruiz, cuenta con diez grabados de Piranesi de la colección del Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam) y una serie de grabados y litografías de la colección particular que la galería T20 de Murcia ha prestado para la realización de este proyecto en el Teatro Romano, gestionado por la Fundación que integran la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento de Cartagena y la Fundación Cajamurcia.

La directora general de Bienes Culturales y miembro del patronato de la Fundación, María Comas, explicó que «esta muestra quiere llevar a uno de los grandes maestros de la historia del arte a uno de los grandes edificios de la antigüedad», y explicó que «la organización de exposiciones temporales y otras actividades que complementan la colección permanente y el propio monumento del Teatro Romano están permitiendo aumentar de forma significativa el número de visitantes a este emblemático espacio, por el que esperamos que pasen durante este año más de 200.000 personas».

Con Piranesi, el redescubrimiento de Roma, los visitantes podrán sumergirse en la historia y evolución de la técnica, desde el grabado al aguafuerte hasta la fotolitografía. Un bloque ordenado cronológicamente permitirá a quienes se acerquen al Museo del Teatro Romano descubrir esos pasos decisivos para el arte de la estampa y el paso a la litografía en el siglo XIX. Asimismo, el proyecto, en el que también colabora la Fundación Iberdrola, tiene un gran interés arqueológico, ya que la selección de piezas, empezando por las del propio maestro véneto, permiten constatar la evolución de la ciudad y la relación del paso del tiempo con el protagonismo de las ruinas.

Piranesi está considerado uno de los grandes grabadores de la historia y su trabajo influye en el devenir de las corrientes estéticas desde el siglo XVIII en adelante, perpetuando una imagen del clasicismo en la arquitectura que aún hoy encontramos en la campiña inglesa, en los grandes edificios de Washington o en los palacios de San Petersburgo. Piranesi fue asimismo el gran difusor y el responsable de la reinvención de la urbe como modelo universal gracias a la difusión de su obra.

Según aseguran desde T20, su imaginario resuena aún hoy en el cine expresionista alemán, en la literatura gótica o en los actuales videojuegos.

Más allá de su enorme talla, gran parte de su obra tiene su origen en la difusión de imágenes, el precedente del 'souvenir' actual. Piranesi reivindicó la grandeza de la Roma Republicana y la primacía de las grandes obras de la ingeniería.

Sus colecciones de grabados viajaron durante dos siglos llevando con ellas el ideal de la primacía de lo romano sobre lo griego -en oposición a la corriente de pensamiento encabezada por Winckelmann que consideraba el arte y la arquitectura romanas simples epígonos del arte griego-. Piranesi marcó «un hito técnico y se convirtió en modelo copiado en academias y escuelas». Una de estas colecciones, la que se expondrá en el Museo del Teatro Romano, llegó al entonces Museo Provincial de Murcia, actual Museo de Bellas Artes, donde se conserva.