El rey pidió ayer «el mayor respaldo» para los artistas y creadores culturales, porque sus obras «ayudan a acortar distancias», contribuyen «a impulsar importantes industrias que generan empleo y motivan y dan fuerzas» a los españoles «para superar los desafíos y afrontar el futuro con confianza». Acompañado de doña Letizia, Felipe VI presidió en la catedral de Palencia la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2014 y 2015, entre ellos, al proyecto Mandarache impulsado desde el ayuntamiento de Cartagena.

Ante más de 400 invitados, recogió el premio el concejal de Cultura, Patrimonio Arqueológico, Deportes y Juventud, Ricardo Segado, en representación de la ciudad de Cartagena y del Grupo Promotor, del que también acudió el coordinador del proyecto, Alberto Soler.

El Proyecto Mandarache fue distinguido en 2014 por su concepto integral de la difusión lectora como una iniciativa desarrollada por la ciudadanía, especialmente por los jóvenes, para convertir la lectura en una celebración cotidiana. Impulsado por la concejalía de Juventud del ayuntamiento de Cartagena en colaboración con las bibliotecas municipales y los centros de enseñanza, la fórmula del Mandarache se corresponde a la de dos premios literarios otorgados por 5.000 jóvenes del municipio.

En su discurso de clausura del acto, don Felipe subrayó la importancia del acervo cultural, del «genio español», que resulta indispensable para que «el motor creativo» del país siga desarrollando su arte y consolidando su patrimonio artístico, al tiempo que «sitúa a España como potencia cultural de primer orden a nivel mundial».

«Debemos apoyar siempre el crecimiento de nuestro patrimonio intelectual, de nuestra cultura, y asegurarnos» de que «llegue a todas las personas, de modo que contribuya a formar ciudadanos libres, independientes en su criterio, mejor preparados para los retos de la vida y comprometidos con los demás», argumentó.

Tras agradecer a los galardonados una labor que «enorgullece y enriquece» a toda la sociedad y con la que se «despiertan inquietudes» que ayudan a acortar distancias y «a seguir inspirando nuevos talentos», destacó que sus trabajos motivan y dan fuerzas a los españoles «para superar los desafíos y afrontar el futuro con confianza».

En 'la bella desconocida', como se conoce a la catedral de Palencia, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, recordó que en una época de avances tecnológicos vertiginosos existe algo que no ha cambiado: la fascinación por la magia de la creación. Tras hacer una breve laudatio de los 64 premiados en 27 categorías durante 2014 y 2015, Méndez de Vigo resaltó que la cultura «es un ingrediente esencial de la educación y de la formación de todo ciudadano libre, crítico, activo y responsable».

En nombre de los galardonados de 2015, el rector de la Universidad de Lérida, Roberto Fernández Díaz, Premio Nacional de Historia, advirtió en su discurso que Europa es el futuro de España y que no se construirá adecuadamente si se contribuye «a crear más Estados»

Josep Font, Premio Nacional de Moda 2014, reivindicó, en nombre de los distinguidos ese año, la responsabilidad de todos para «recrear y ensalzar» la riqueza patrimonial española, así como el valor de la moda, que «engloba quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser», y señaló que los premios deben animar a «seguir trabajando para activar la creatividad» de España.

La mezzo María José Montiel, Premio Nacional de Música 2015 en la Modalidad de Interpretación y de ascendencia abaranera, pidió además que «España se ame más a sí misma y proteja a sus artistas» y recalcó «el esfuerzo, tesón y sacrificio» de quienes trabajan en cultura y el entusiasmo que «despierta en el mundo el patrimonio cultural de España, un legado único que tenemos la responsabilidad de proteger».