La huella que dejó el escritor Paco Miranda Terrer en amigos y compañeros quedó ayer patente durante el acto de homenaje y recuerdo que le brindaron en el Museo Ramón Gaya, cuyas salas se quedaron pequeñas para recibirles. Presentado por Joaquín Baños, el catedrático Francisco Jarauta, el periodista Ángel Montiel -jefe de la sección de Opinión de este diario- y la codirectora de La Galla Ciencia, Noelia Illán -quien sustituyó al poeta José María Álvarez-, fueron los encargados de realizar una semblanza del escritor, nacido en Valencia en 1976 y fallecido en Murcia el pasado mes de junio. Con la música en directo de Just in Time, muchos compañeros leyeron tanto extractos de sus dos novelas publicadas, Pantanosa y El laberinto del Albayzín, como de algunas de sus colaboraciones en blogs y revistas literarias, pero también textos de autores que inspiraron al propio Miranda. Artistas como Miguel Fructuoso, Ángel Haro y Antonio Martínez Mengual y escritores y poetas como Soren Peñalver, Alberto Chessa, Manuel Moyano y Patricio Peñalver, se sumaron a este acto, en el que el autor fue recordado por mucho más que por su gran legado literario.