Prince estuvo 154 horas trabajando antes de fallecer en el ascensor de su residencia en Minneapolis. Este es el último y más novedoso dato que arroja la investigación policial, que cuenta con el testimonio de uno de sus familiares, su cuñado Maurice Phillips, que asegura que pasó seis días trabajando sin descansar en su casa de Pasley Park, según desvelaba Sky News.

Los agentes también han hablado con los trabajadores de la tienda de discos Electric Feto, donde estuvo el artista unos días antes, y todos coincidieron en el aspecto desmejorado de la estrella musical. Asimismo, la policía también ha visitado una farmacia donde acudió el pasado miércoles, horas antes de su sorpresivo fallecimiento. Allí pudieron constatar que visitó el establecimiento hasta en tres ocasiones más y que en la última se le notaba más nervioso de lo habitual.

Las autoridades han solicitado a los médicos que le atendieron en Moline (Minnesota) los informes médicos de su ingreso en urgencias, después de que su avión tuviera que aterrizar de emergencia, presumiblemente por un empeoramiento de la gripe que arrastraba desde hacía una semana y que le había obligado a cancelar varios conciertos.

En medio de los rumores de un posible empeoramiento de su estado de salud, el sábado 16 de abril el compositor apareció en una fiesta magistralmente orquestadamente por él mismo para acallar los rumores de su frágil salud. No llegó a tocar sus nuevos instrumentos, un piano Yamaha y una guitarra ambos de color púrpura, tan solo hizo una breve aparición en el escenario.

El oscarizado compositor fue incinerado el domingo en una ceremonia íntima, a la que acudieron muy pocos familiares y amigos, según confirmaba Yvtte Nol-Schure, publicista del cantante, que no quiso desvelar dónde serán depositadas sus cenizas.