La realizadora Manuela Burló Moreno, que recupera su nombre de actriz para presentar "Rumbos", su segundo largometraje, ha explicado hoy en Málaga que escribió esta historia hace ocho años cuando, un día tras otro, al regresar a casa en su moto, veía a los personajes de la noche e imaginaba qué dirían.

"Es una historia a tiempo real, de noche y en coche", ha bromeado con el pareado la directora en una rueda de prensa celebrada en el teatro Cervantes de Málaga, después de que su película recibiera una salva de aplausos, amortiguados por los pañuelos que recogían alguna lágrima.

Porque la cinta de Burló, natural de Cieza, es una tragicomedia que mezcla con unos diálogos muy fluidos y naturales momentos de absoluta carcajada con lo más hondo de los dramas que viven sus personajes, media docena de parejas, al final entremezcladas, que expresan "su amor, su desamor, sus miedos, y el rumbo que coge cada uno en la vida", ha dicho Burló.

Un recital de actores "en estado de gracia" que le hicieron olvidar a la directora su "miedo" a que la cinta resultara "claustrofóbica" por suceder todas las historias dentro de vehículos.

Aclara que no les dejó improvisar en absoluto y que les hizo ensayar mucho, si bien todos los actores han destacado la habilidad de la directora para sacar de ellos lo mejor de sí. "He tenido plastilina en mis manos", ha dicho.

Aparte de la recuperación de Pilar López de Ayala en un registro cómico muy divertido en su desesperación, muy de agradecer a Burló, hay que destacar el "desencasillamiento" de Karra Elejalde, el taxista de la película, que llora el abandono y el desamor de la mujer de su vida, Nora Navas.

"Me apetecía apearme un poco de la comedia después de las dos últimas", ha explicado Elejalde.

También llora la "prostituta" Carmen Machi, aunque "que Lupe sea puta es lo de menos; la soledad y la ausencia de esta mujer se corresponde al ser humano, es una mujer sin llanto, seca", explica la actriz, que ha valorado sobre todo que la película se haga a base de diálogos.

"Echo de menos en las película de ahora que no se hable más (...) sé que hay proyectos que se rechazan porque los personajes hablan mucho".

Y sin embargo, en "Rumbos", afirma, "la cantidad de texto ha sido el soporte".

La actriz ha señalado a Efe en este sentido que, en su opinión, "se tiene mucho miedo y muy poca confianza en el espectador, como si se fuera a aburrir o no supiera qué pensar. Pero el espectador es mucho más inteligente, a veces, más que quien hace la película".

"El ser humano se comunica con palabras y los actores no tienen la culpa", considera, aunque añade que "es cierto que tienen poco entrenamiento".

La responsabilidad, y en este caso para bien, dice, "es del guionista, porque todo lo que cuenta se cuenta desde los ojos del que le mira"; por eso se enroló Machi con el equipo de "Rumbos": "Porque flipé de la manera de contar a través de las palabras, en esta quietud, dos personas sentadas en un cubículo".

En su caso, un camión, donde el camionero Fernando Albizu le declara su amor; en un Ferrari rojo, nada menos, están Cristopher López y Emilio Palacios, que el año pasado enamoró Málaga con su actuación en "Los héroes del mal".

"Manuela es mi madre igual que Zoe (Berriartúa) fue mi padre", ha dicho el joven actor malagueño.

Miki Esparbé, que protagoniza la otra película que hoy iba a competición oficial junto a "Rumbos", "El rey tuerto", ha desvelado que el sistema de rodaje de Burló "fue un poco como sus cortos, cápsulas independientes" que sólo ella tenía completo en la cabeza.

"Si pudiera vivir del corto, lo haría", ha aseverado la directora, que también ha contado con otra "actriz", la voz en off de Julia Otero que conduce el programa nocturno que hila las historias.

"No hay cosa que más me vincule a la soledad que un programa de radio de madrugada", ha dicho.

Y cierran el círculo Rafa Odorrika y Ernesto Alterio, los conductores de una ambulancia que, desgraciadamente, tienen trabajo al final de la película.