El mexicano Fernando del Paso, que el sábado recogerá el Premio Cervantes 2015, ha asegurado que con la lectura de "el Quijote", cuando tenía 12 ó 13 años, descubrió que "el humor y la literatura no están peleados".

En silla de ruedas, con unas gafas de sol azules a juego con el traje mil rayas, camisa, calcetines y zapatos del mismo tono, Fernando del Paso ha acudido esta mañana a un encuentro con periodistas como "un dandy, desde la distancia de su buen hacer literario", según le ha descrito el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

En su primero acto público, celebrado en la Biblioteca Nacional, ha criticado la situación de su país, que ha dicho que está en "decadencia" y ha reivindicado que el castellano, que fue "impuesto a sangre y fuego", es ahora tanto de los mexicanos como de los españoles.

Del Paso ha comenzado con este acto el programa que le espera estos días dedicados al Premio Cervantes, y que recogerá de manos del Rey el próximo sábado en una solemne ceremonia en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

En esta ceremonia, el flamante Premio Cervantes pronunciará un discurso del que no ha querido adelantar mucho aunque sí que estará dedicado a sus padres y a la desaparecida agente literaria Carmen Balcells.

"Tendrá de todo, como en botica. Un poco de político y mucho de literatura" ha dicho el escritor,que ha reconocido la influencia de muchos escritores españoles en su carrera.

Especialmente ha destacado al poeta Miguel Hernández, autor del "Rayo que no cesa", cuyos sonetos, fueron decisivos para su vocación literaria.

Pero también ha recordado su predilección por autores como Camilo José Cela, Gabriel Miró, los Goytisolo, Valle Inclán y Ramón Gómez de la Serna, y ha asegurado que vuelve una y otra vez al Siglo de Oro porque sus escritores siguen "alimentando" su alma.

De entre sus propias obras, destacaría "Palinuro de México", que publicó en 1977.

En su intervención, Fernando del Paso se ha referido en varias ocasiones, y a preguntas de periodistas de su país, a la situación que está viviendo México.

"México ha tenido muchos gobernantes ineptos y codiciosos", ha indicado el escritor, que también ha atribuido la situación de su país a la "abulia" de sus ciudadanos.

"Ya no creen en nuestro país como creíamos antes, el pueblo tiene que reaccionar y poner de su parte", ha dicho el escritor que ha destacado la necesidad de que México se deshaga de su mentalidad de "país colonizado"

Fernando del Paso, que ha recordado su pasado como periodista, ha pedido disculpas por hablar con dificultad, debido a que estuvo muy enfermo tras un infarto cerebral que sufrió hace tres años.

Respecto a que el Premio Cervantes haya recaído seis veces en autores mexicanos, el galardonado ha recordado que su país también formó parte del "boom" literario en español, idioma que, ha dicho, aunque fue "impuesto a sangre y fuego", ahora es tan mexicano como de cualquier ciudadano español.

Y, en tono de humor, ha considerado que esos seis galardones ponen de manifiesto que en México hay buena literatura "a no ser que el jurado del Premio Cervantes esté equivocado".

El escritor ha recordado también su amor y dedicación a los idiomas aborígenes de América Latina pero ha señalado que no son lenguas de comunicación, como el español que hablan 500 millones de personas.

Sobre el uso que dará a la dotación económica del Premio Cervantes, 125.000 euros, Del Paso ha reconocido que es una cantidad generosa y ha explicado con humor que lo tendrá que consultar con su esposa, Socorro, que le ha acompañado junto con otra veintena de familiares en el acto.

"Estoy acostumbrado a que me digan desde niño que dedicarse a la escritura era para morirse de hambre" aunque en su caso no ha sido así.

Tras la rueda de prensa, el escritor tiene previsto depositar su legado en la caja de las Letras del Instituto Cervantes, donde permanecerá cien años hasta ser abierta.

"Cien años de soledad me parecen suficientes" ha indicado el poeta, narrador, pintor, dramaturgo y ensayista.