El silencio del valle preside desde ayer la pequeña sala Belluga de la Fundación Cajamurcia. Es una acuarela de gran formato que Antonio Martínez Mengual realizó el pasado año, fruto del fuerte impacto que el paisaje de la antigua ciudad de Delfos produjo al artista y con la que sorprende abandonando el color característico de su obra y retomando el blanco y negro.

Martínez Mengual (Murcia, 1948) es el nuevo protagonista del ciclo El privilegio de la mirada, que coordina el catedrático Cristóbal Belda y con el que la Fundación Cajamurcia pretende enseñar a mirar una obra de arte, interpretando y contextualizando una pieza maestra original a través de bocetos, dibujos, textos y otros recursos expositivos.

En esta ocasión, El silencio del valle está arropada por otras cuatro acuarelas, que ayudan al espectador a adentrarse en el proceso creativo del creador murciano, que también muestra al espectador vinilos con poemas y textos relacionados con los títulos expuestos.

Durante su visita a Delfos -donde habitó el oráculo de Apolo-, Martínez Mengual recorrió los restos del santuario y del lugar en el que se celebraron los juegos píticos en honor de la divinidad; espacios que quedaron prendidos en la retina del pintor. El autor evocó sus distintas impresiones en las obras previas, realizadas en 2013, como paso anterior a la acuarela definitiva que hoy preside la sala Belluga de Murcia. Así, junto a El silencio del valle se encuentran Estrellas en el mármol, Mar de olivos y Bajo el olivo sagrado I y II.

La exposición Delfos. El silencio del valle se podrá visitar hasta el 4 de junio en la sala de la Fundación Cajamurcia de martes a viernes -de 12 a 14 y de 18 a 20 horas- y los sábados -de diez a dos-.