Si Quemadero era una explosión de rabia, Movimientos, su segundo largo es la sensación de odio y malestar que perdura durante los días siguientes. Javi Molina, cantante y guitarrista, al aparato.
Os ha producido Ian Crause (quien fuera líder de Disco Inferno) ¿Por qué? ¿Os lo han puesto a huevo?
Queríamos un cambio importante para el segundo disco, y sabíamos que Crause estaba interesado en producir a otros grupos. Fue bastante fácil trabajar con él; puso mucho trabajo en el disco.
¿Fue complicado contar con Ian para trabajar? ¿Cómo funcionó el asunto?
No fue difícil en absoluto. Conocíamos a Jose de Vanishing Point, que mantenía el contacto con él. Él nos presentó y, a partir de ahí, todo fue bastante rápido. Tuvimos contacto constante por Facebook; nos estuvo pasando mezclas y arreglos para las canciones, aunque la verdad es que delegamos bastante. Nos gustó mucho lo que nos mandaba y confiábamos mucho en él.
¿Estáis contentos con el resultado final? ¿Qué representa para vosotros este nuevo disco, Movimientos?
Estamos muy contentos. Este disco representa un paso adelante enorme en todos los sentidos con respecto a todo lo que hemos hecho anteriormente. Desde los temas hasta la producción han mejorado una barbaridad.
¿Cuál ha sido la principal apuesta en este disco?
La principal apuesta ha sido dejar atrás todo lo que ya habíamos hecho antes. Explotar al máximo todas las cosas que planteábamos antes para llevarlas a algo distinto.
Quemadero, el anterior, fue uno de los mejores discos del año ¿Era necesario este 'nuevo sonido'?
Sí era necesario. Los nuevos temas lo pedían, y repetir el mismo disco habría sido un error.
¿Y cómo pensáis llevarlo al directo? ¿O vais a seguir manteniendo la misma línea que hasta ahora?
Seguiremos la misma línea que hasta ahora; hemos añadido poca cosa a lo que es nuestro formato habitual de concierto.
¿El directo es como una droga para vosotros? ¿Os habéis moderado en lo de ofrecer conciertos?
Nos hemos moderado en lo de ofrecer conciertos en Madrid; fuera de Madrid estamos tocando todo el rato. Con el nuevo disco tenemos muchísimas ganas de volver a tocar sin parar.
¿Qué tal vuestro paso por el SXSW? Leí el diario y parece que no habéis parado de ver conciertos.
De eso va el SXSW (al menos para mí). Era mi única intención cuando fui allí (aparte de conocer un poco Texas y tal). Además, teníamos sólo tres conciertos, así que había mucho tiempo libre para ir de aquí para allí para allá viendo bandas. Los conciertos fueron bastante bien, es interesante tocar para gente diferente a la que acostumbras.
¿Habéis sacado algo en claro de vuestro paso por el SXSW?
Que la dieta de los texanos es preocupante y que no hay nada que no puedas encontrar en un Walmart.
Juventud Juché nació en lo más profundo de la crisis. ¿Esa rabia sigue aún latiendo?
Esa rabia creo que habría sido igual si viviese en un chalet con piscina y durmiese sobre billetes. La rabia viene de temas personales del día a día a los que nos enfrentamos todos. La idea es hacer algo mucho más común a todos que cualquier circunstancia social concreta.
En este disco las letras están mucho más trabajadas y el condicional siempre está muy presente. ¿Cuál es la razón?
Un tema importante en el disco es la toma de decisiones. O la incapacidad de tomarlas. Y las dudas que te planteas cuando sabes que debes cambiar tu vida, pero el miedo o la comodidad te lo impiden. Va más de plantear las preguntas que de dar respuestas. Por eso está tan presente el condicional.
En vuestro caso, ¿se puede hacer una gira en España sin perder dinero?
Nuestra forma de hacer giras, que es solamente viajando en fin de semana, por ahora, podemos hacerla sin perder dinero, y compaginándolas con nuestros trabajos, así que sí, sin problema.
¿Es importante que los músicos alternativos -o como los queráis llamar- transmitan la realidad de la calle en vez de las metáforas huecas de muchas bandas comerciales?
Es importante que cualquier músico lo haga, independientemente de la liga en la que juegue. No creo en esa separación entre lo comercial y lo alternativo. Sí entre lo bueno y lo malo, o entre lo real y lo postizo. Es importante que lo que hagas suene real, poco más.
