Cameron es una novela negra, pero no es la clásica novela negra. Policías corruptos, asesinos a sueldo, piratas informáticos son los personajes que conviven en la historia de una joven que trata de encontrar su sitio «en una sociedad que no dista mucho de la de hoy en día». Cristóbal Terrer (Murcia, 1981) se estrena en el mundo literario con una novela «personal y diferente», con una obra que sorprende «por la propia trama» y contada de una forma «muy cinematográfica». Cameron es su debut como escritor y de Malbec Ediciones, una editorial cartagenera cuyos primeros trabajos han visto la luz a primeros de 2016.

¿Cómo nace Cameron?

La historia comencé a idearla al terminar el instituto, en clase de literatura había leído varios libros que me descubrieron la de cosas que se pueden hacer a la hora de escribir. Me quedé sorprendido. Durante unos años sólo me atreví a redactar unas pocas hojas e ideas sueltas. Hasta que finalmente hace un año me decidí a escribir la novela. Tuve la suerte de que a los pocos meses de terminarla recibí la noticia de que Malbec quería publicarla. Creo que la clave es ser uno mismo y presentar algo diferente al resto.

Se estrena en el mundo literario con una novela sobre la condición humana.

Quería romper un poco los convencionalismos de la clásica novela negra, quería una novela negra, sí, pero mucho más personal y diferente. Creo que es importante que en la obra de cada uno se note su sello personal, su seña de identidad, que seamos fieles con nosotros mismos y no nos dejemos encasillar o encerrar por convencionalismos. Y creo que con Cameron lo he conseguido, porque en cada página se puede ver mi estilo, mis pensamientos. Es una forma de abrir mi alma a los demás.

¿Sobre qué aspectos de la vida reflexiona?

Trato diversos temas a través de los personajes y del narrador. La principal es si el fin justifica los medios y para ello planteo una ciudad corrupta y unos personajes inmersos en profundas crisis morales, algo que no dista mucho de la sociedad de hoy en día. También se encuentran reflexiones sobre el amor, la casualidad, el destino, la muerte o incluso temas tan diversos como el universo, la situación económica actual, o sobre el papel de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

¿Encontró en la literatura ese vehículo para transmitir sus pensamientos?

Siempre me he sentido cómodo escribiendo, de hecho cada día analizo las series de actualidad o los estrenos de cine en mi blog (SerieManiac.com). Cameron era una buena oportunidad para poder mostrar mis ideas y hacer reflexionar al lector. La trama principal es sólo el vehículo para poder analizar otros temas. Como decía Benjamin Black, autor que ha resucitado al mítico Philip Marlowe de Raymond Chandler, algún día escribiré una novela negra en la que no haya ningún crimen.

En Cameron hay mucho de cine y de ese ademán del séptimo arte para atraer al público.

Cameron tiene una narrativa muy cinematográfica. No está dividida con los clásicos capítulos que encontramos en casi todas las novelas, sino en pequeñas secuencias que suelen tener un final que deja al lector con las ganas de leer más. Además está llena de saltos temporales, monólogos interiores de los personajes narrados en primera persona, pasajes que son en realidad metafóricos, diálogos truncados en los que sólo lees lo que dice uno de los dos personajes, disertaciones de todo tipo. En Cameron hay mucho de películas como Pulp Fiction o de Magnolia, o de series como Breaking Bad, True detective, Sons of anarchy o The killing.

En poco más de un mes a la venta, se dice que es una obra que sorprende desde el inicio. De hecho, ya está a punto de salir la segunda edición. ¿Cuáles son los puntos fuertes?

Creo que sorprende por la propia trama y por el estilo. Cuenta cómo una organización criminal lucha por conseguir un mundo mejor. Encontramos personajes variados, como el clásico detective de la vieja escuela salido de las películas en blanco y negro, hasta gánsteres, hackers, policías, asesinos a sueldo, etc. Respecto al estilo, como ya he dicho, Cameron es una forma muy diferente de escribir novela negra. En cada página intento imprimir mi sello personal. Es una historia con muchos giros inesperados y con una estructura muy particular, que hace que se pueda leer muy fácil y que te enganches enseguida.

Dedica su primera novela al género de ficción. ¿Se siente cómodo en este terreno para expresar la realidad?

Sí, no me suelen gustar las historias, tanto en los libros como en las películas o series que veo, que se limitan a reflejar simplemente y de manera fiel la realidad. Me gusta ir siempre un paso más allá.

Es complicado para un escritor encontrar una editorial que le publique su obra. ¿Cómo ha sido su caso? ¿Cómo conoció a Malbec Ediciones?

Es realmente complicado. Estoy conociendo gran cantidad de autores murcianos con muchísimo talento, y no todos tienen la suerte de publicar sus novelas. A Malbec y más concretamente a mi editor Javier Salinas, lo conocí al dedicarme al mundo del marketing online, a través de las redes sociales. Les envíe un email que creo que era bastante original y les gustó.

¿Cuáles son sus libros de referencia?

De cabecera siempre tengo algunos clásicos como El guardián entre el centeno (Salinger), Tokio Blues (Murakami). También me encanta la novela negra nórdica y cualquier libro que me transmita algo diferente. Soy un gran seguidor del también murciano Juan Soto Ivars, que en uno de sus talleres me enseñó los entresijos del mundillo. También me gusta el ya citado Benjamin Black, Pierre Lemaitre, George RR Martin o Tolkien. Escribí Cameron al descubrir en el instituto, el original estilo de Luis Martín Santos en su maravillosa Tiempo de silencio.