El escritor Antonio López Giménez explica que en su primera novela, El vampiro de San Antolín, «el mundo de lo oculto aparece en algunos momentos y se alterna con la vida normal del barrio, en personajes del día a día».

El que fuera responsable de la extinta galería La Clave presenta «una ficción basada en un anecdotario de situaciones que pudieron ocurrir en las dos últimas décadas de la Postguerra», dice.

«Yo he escrito siempre, pero, por mi profesión, me he dedicado a escribir especialmente del mundo del arte. He escrito textos en catálogos y para exposiciones, y luego empecé con pequeños artículos de opinión. Amigos me empezaron a animar para que escribiese novelas», explica el autor.

«Estos últimos años he estado fuera de España. Pasé una época viviendo en el campo, casi aislado del mundo. Entonces empecé a escribir, y salieron cuatro libros», comenta López Giménez.

El primero de estos volúmenes es El vampiro de San Antolín, que para el autor supone «un homenaje a mi ciudad, mi barrio, mi tierra y mis raíces», asevera. «Yo nací allí, donde se desarrolla el libro. Son las calles que yo me pateaba cuando era una criatura», remarca. Eso sí, bastante años después de la época en la que está ambientada la novela.

El libro comienza en Domingo de Ramos, con el asesinato de un cura. «¡Han muerto al cura! ¡Lo han 'degollao'! ¡Han muerto al cura! ¡Está ahí dentro colgando!», se desgañitaba uno de los tontos del barrio, Fernandito Pasos Largos, al ver el cadáver de don Malaquías.

Se hará cargo del caso el inspector Torquemada. Antonio López Giménez admite que llamó así al personaje «en un golpe de ironía». «Torquemada fue el gran inquisidor de España», recuerda el escritor de San Antolín, al tiempo que remarca que el inspector de su novela «es mejor persona que Torquemada».

Antonio López Giménez subraya que en la trama flota «un componente sobrenatural importante, un trasfondo».

«Yo pienso que sí», dice el literato, preguntado por si lo oculto atrae siempre. Aunque pone un matiz: «No se trata de estar durante todo el libro asustando a la gente, sino de que aparezcan situaciones que te desconciertan», hace hincapié.

El libro se puede comprar en quioscos y librerías. Algunos puntos donde ya está es el estanco de la calle del Pilar y el quiosco que hay justo detrás de la iglesia de San Antolín, barrio que es escenario de la trama. Asimismo, se puede adquirir por Internet, en la página elvampirodesanantolin.com. Pese a su título, López Giménez deja claro que la novela tiene un componente de humor. «Ya hay muchos motivos para pasarlo mal», considera el escritor.

El segundo libro de los que 'nacieron' en aquel retiro en el campo se llama Los ojos del ahogado y otras historias, y tendrá «un contenido más fuerte» que la ópera prima, «que preferí más suave».