Los acordes de Ismael Serrano siempre estuvieron impregnados de poesía. Con una voz particular, Serrano insufló vida a la canción de autor a finales de los noventa. Ha publicado once discos, y en noviembre sacó a la luz su primer poemario, Ahora que la vida. Ismael Serrano transmite sus letras con esa voz rasgada que descoloca. En su último disco, La llamada, podemos encontrar ritmos latinoamericanos, como la bachata o el candombe que el propio autor considera de su propio patrimonio. Serrano invita a huir de la resignación poniendo como ejemplo a Grecia, víctima de las maniobras políticas europeas, con vistas a España, a lo que pueda suceder aquí, y llama al optimismo.

El nuevo disco tiene cierto carácter de celebración, y sus conciertos también. Hay un concepto distinto a propuestas anteriores. El cantautor, que inició la gira tras su regreso de Argentina, muchas veces se instala en el lamento y la solemnidad, y el empeño del nuevo disco era huir de esto.