La vigencia de Insolación duele y, por eso, atrapa. La adaptación de la apasionada comedia de Emilia Pardo Bazán, bajo la dirección de Luis Luque, es una propuesta escénica «sobre la mujer y sobre su derecho a decidir a quién amar». Así lo manifiesta María Adánez, quien se sumerge en la piel de Francisca de Asís Taboada, marquesa viuda natural de Galicia y afincada en la alta burguesía del Madrid decimonónico, y en cuyas circunstancias se translucen las vivencias de Pardo Bazán. «Esta fue una obra revolucionaria y necesaria entonces, y sigue siendo una obra necesaria hoy», afirma la actriz.

Insolación recrea en las tablas un paisaje simbólico de trazos feministas envuelto en la atmósfera represiva de finales del siglo XIX, que tiene su máxima representación en el deseo encorsetado de su protagonista. Hasta que aparece el joven gaditano Diego Pacheco (José Manuel Poga).

«Mi personaje asumirá entonces que ella tiene capacidad para decidir y para actuar, al margen de los dictados de la sociedad», adelanta Adánez. Completan el reparto Chema León, en la piel del tradicional Gabriel Pardo; y Pepa Rus, duquesa y criada, a la vera de Asís Taboada, quienes alimentan el diálogo sobre el doble rasero con que juzgamos los roles del hombre y de la mujer.

La obra se representará en el Nuevo Teatro Circo, Cartagena. Hoy, 21.30 horas. 22 y 18 euros.