Frank Wedekind (1864-1918) es muy conocido por dos tragedias -El espíritu de la tierra y La caja de Pandora- que sirvieron a Alban Berg para escribir el libreto de su escalofriante ópera Lulú. Wedekind no llegó a conocer la forma que el gran Berg dio a sus ideaciones sobre la mujer fatal, ya que la pieza se estrenó casi dos décadas después de su muerte, pero sin duda la hubiera aplaudido. La condición de la mujer frente al varón y la pacata relación burguesa con el sexo son, en efecto, dos de las líneas conductores de su obra. Mine-Haha, subtitulada De la educación física de las niñas y aplaudida por Adorno, es un largo relato, teñido de inquietante onirismo, en el que el lector debe imaginar todo lo que Wedekind sólo sugiere. La historia de un hospicio para niñas donde las internas son educadas en una estricta disciplina física, mezcla de baile, gimnasia y teatro -sin abandonar nunca un reducido universo claustral regido por mujeres-, se convierte en una poderosa alegoría de la sumisión femenina.