Con el espíritu espontáneo que le caracteriza y con esa cercanía teatral que envuelve a cada una de sus frases, el poeta Soren Peñalver fue leyendo varios poemas en el Museo Ramón Gaya de Murcia escritos durante diferentes momentos de su vida, y de ellos, la gran mayoría, están dedicados a sus amigos, a otros escritores y a una de las gatas del poeta. «Yo bautizo a mis gatos con nombre y apellidos, una gata se llama Margarita II de Baviera», contaba el poeta, quien iba descubriendo anécdotas y experiencias de sus viajes y estancias en diversos países. La charla-recital resultó muy amena e informativa, porque Soren habló de David Bowie, de Mahoma, de Pasolini, de Ramón Gaya, de Juan José García Corbalán (vendedor de libros de El Corte Inglés), de Marlon Brando, de Eloy Sánchez Rosillo, de José María Álvarez, de Manuel Fernández-Delgado, y de otras personas allegadas o mitificadas por el poeta murciano. «No soy -dijo- un snob» y aclararía que para él «todo tiene alma, e incluso los animales». El colaborador de LA OPINIÓN leyó, de manera íntima, sus poemas Sortilegio, Extrema opción, El marinero muerto, La soledad colmada? y también recitó versos escritos en recuerdo de su madre, fallecida recientemente, un poema en honor de Pier Paolo Pasolini con motivo del cuarenta aniversario de su muerte y muchos versos. Optimista, alegre, generoso, ocurrente, sincero y de adjetivo oportuno, escuchar a este dandi de la poesía es un todo privilegio.