Samuel Alonso y Mara Suárez llevan a cabo en Universo salvaje (Malbec Ediciones) «una clásica investigación de puerta en puerta en la que entrevistarán a empresarios y prostitutas de lujo, irán de hoteles de cuatro estrellas a inmundos agujeros donde se divierten los desheredados, del populoso centro a desérticas playas en invierno». Alfonso Gutiérrez Caro (Cartagena, 1982) presenta hoy esta novela en la Biblioteca Regional acompañado por el editor Javier Salinas y el escritor Antonio Parra Sanz.

¿Tenía ya previsto cuando escribió Defecto de fábrica hacer una saga protagonizada por el detective Samuel Alonso?

En principio, no. Yo escribía novela fantástica y decidí pasar a la novela negra con un detective privado, parecido a los relatos clásicos, y así surgió Samuel Alonso. El personaje gustó a los lectores y me pidieron que continuara con sus aventuras. Llegaron nuevas ideas y comencé la segunda novela, que, aunque mantiene el espíritu, es bastante diferente, más ambiciosa.

¿En qué sentido?

En la primera parte el argumento giraba en torno a una desaparición, en Universo salvaje hay varios asesinatos en serie y una investigación más compleja.

Al detective le acompaña en esta ocasión una inspectora, ¿quería tener también el perfil de una mujer?

No pensé en eso cuando creé el personaje. No veo diferencias de género, ya que lo que quería era que el personaje secundario también tuviera fuerza y fuera auténtico. Sí que buscaba el contrapunto de Samuel Alonso y la inspectora daba mucho juego.

Ha vuelto a ambientar en la Región otra novela, ¿da pie para una novela negra?

Claro, además me encanta la Región y, sobre todo, Murcia. Además, es la que mejor conozco, por lo que puedo exprimir sus rincones y definir bien a sus gentes, cómo piensan y cómo hablan. Hasta puedo hablar de cómo huele la ciudad y no lo podría hacer escribiendo sobre otra.

En Universo salvaje, según adelanta, hay pasión, celos, muertes, ambición... ¿esta es la receta para una buena novela negra?

Cuantos más ingredientes tenga, mejor, sea negra o romántica; siempre tiene que salir a relucir el amor y las pasiones, porque las personas somos así... tenemos un poco de todo.

¿Nos puede adelantar algo de la asesina en serie, la 'dama sangrienta'?

No mucho... La novela está llena de misterio y hay muchos giros, pero sí se ve desde el principio que es muy autómata, muy metódica, pero más no se puede contar.

Decía durante su participación en el festival Cartagena Negra que es divertido leer las novelas de este género, ¿es divertido también escribirlas?

Mucho; si no fuera divertido, no lo haría. Cuando escribes expresas ideas tuyas y debe ser algo placentero, aunque sí es cierto que a veces llegas a un punto en el que la historia se embrolla más de lo que esperabas y no sabes cómo salir. A veces dejaba de escribir durante días para consultar con la almohada y, al final, siempre llegaba la solución perfecta.

Samuel Alonso y Mara Suárez recorren la Región «tratando de comprender por qué está tan podrido el género humano». ¿Por qué está tan podrido, en su opinión?

No todos, afortunadamente, pero todos los días vemos en las noticias algo que nos deja helados y nos hace preguntarnos cómo podemos ser así, cómo podemos ser capaces de lo mejor y de lo peor. En este caso, el detective quiere desentrañar por qué suceden las cosas, por qué alguien es capaz de hacer algo así.

¿La novela negra es un buen género para eso?

Es interesante; en mi caso, además, intento que ni los buenos sean tan buenos ni los malos, tan malos. Todos tenemos un lado oscuro, como se puede ver en esta historia.