Con la excusa de la gramática, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio, de 88 años y considerado el mejor prosista español del siglo XX, analizó en sus ensayos asuntos de la más diversa índole que se reúnen ahora en cuatro volúmenes, el primero de los cuales, el 'semillero' de sus reflexiones, se presentó el pasado jueves. Sánchez Ferlosio y el filósofo Tomás Pollán, dos viejos amigos y cómplices intelectuales, según explicó el editor Ignacio Echevarría, conversaron en un encuentro informativo con motivo de la presentación de Ensayos I. Altos Estudios Eclesiásticos. Gramática, narración y diversiones, con el que la editorial Debate da el pistoletazo de salida a la publicación de la obra ensayística completa del escritor.

Corría el año 1955 cuando Sánchez Ferlosio, huyendo del «grotesco papelón de literato» tras el éxito de su novela El Jarama, decidió retirarse de la circulación para sumergirse en el estudio de la gramática, lo que le llevó 15 años. Consagró ese retiro a «altos estudios eclesiásticos» en referencia, explicaba, a cómo se excusaban las ausencias de algunos clérigos tras un escándalo. Desde que se acuñó, dijo Echevarría, esa frase «era un título que estaba pidiendo un libro».

«A mí no me hizo falta que ningún obispo me retirase, sino que me bastó con el inmenso genio de Karl Bülher (autor de Teoría del lenguaje) y la irresistible sugestión teórica de su obra para retirarme de la circulación y dedicarme a altos o bajos estudios gramaticales durante 15 años. Nunca me lo he pasado mejor», dijo en su día Sánchez Ferlosio.

El resultado de estos 15 años de producción de ensayo y artículos estaba disperso y en algún caso era «inencontrable», explicó el editor, para quien era urgente reunirlo y ponerlo en circulación. El primer volumen recoge la prehistoria de Sánchez Ferlosio como ensayista, en el que se incluyen los escritos de esos años dedicados a la gramática, que el autor usó como «marco jurídico» para analizar cualquier asunto.

Las semanas del jardín, Guapo y sus isótopos y las glosas castellanas son algunos de los textos incluidos en este volumen de la obra de Sánchez Ferlosio, uno de los escritores más importantes de la literatura española de posguerra, incluido en el grupo de la generación de los 50 y que ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Cervantes y el Nacional de las Letras Españolas.

Completarán esta obra ensayística reunida Ensayos 2. Gastos, disgustos y tiempo perdido; Ensayos 3. Entre Escila y Caribdis y Ensayos 4. Babel contra Babel.

Los textos del primer volumen sirvieron a Sánchez Ferlosio y a Pollán para hablar del orden narrativo y sus tiempos, de la memoria del futuro, de la predestinación y la tolerancia. El debate sobre la predestinación llevó al autor de El Jarama a recordar lo que le decían los jesuitas en el colegio para que no se tocaran «la pilila»: «Si un niño puro comete un solo pecado, puede condenarse». Y es que, según dijo Pollán, Altos estudios eclesiásticos se asimila a una cuenca fluvial de un gran río como el Orinoco «con unos brazos y corrientes principales que serían los estudios del lenguaje y la gramática», a partir de los cuales salen ramificaciones infinitas. Aunque «infinito es una palabra que no nos cabe en las manos. Es un atrevimiento hablar de infinito», sostuvo el autor.