Cuando se piensa en grandes voces del jazz enseguida saltan a la cabeza nombres como Ella Fitzgerald o Billie Holiday, es decir, vocalistas femeninas. Sin embargo, la aportación masculina --Frank Sinatra, Dean Martin, Nat King Cole- no es nada desdeñable. Son los crooners. Actualmente hay una nueva generación de vocalistas de jazz que viene pegando fuerte. Entre ellos está el elegante Kurt Elling, considerado por muchos críticos el vocalista de jazz más importante en nuestro tiempo, que en Cartagena compartirá día de actuación con José James -hoy, 21.30 horas. 20 euros-.

Kurt Elling nació en Chicago hace 40 años. Sus seis discos han sido publicados por el sello Blue Note y, gracias a ellos, ha conseguido nominaciones a los premios Grammy y diferentes galardones internacionales. Se ha ganado la reputación de ser uno de los mejores intérpretes y escritores del 'vocalese' (composición e interpretación de palabras que encajen en los contornos melódicos y rítmicos), pero es también escritor, poeta y filósofo. A lo largo de su carrera ha interpretado y grabado con grandes maestros del género como Jon Hendricks, Terence Blanchard, Benny Golson, Christian Mc Bride, Al Jarreau... En 2003 decidió reunir a Kevin Mahogany, Mark Murphy y John Hendricks para crear Four Brothers.

En ocasiones -como en el disco Passion World, que ahora presenta-, canta de manera clásica, que no resulta para nada anticuada, estándares populares como La vie en rose. Otras veces emprende vertiginosas improvisaciones en scat (vocalización sin palabras) y sabe abrirse al riesgo y administrar la tensión oportuna. Jazz en primera instancia.

Si Kurt Elling es el cantante más personal de la actual escena jazzística, no lo es solo por su barítono academizado, sino por cómo aborda las canciones, que atiende según le bombee la sangre al corazón. Ya lo hemos dicho: no tiene una voz especialmente bonita y sin embargo todo en él es belleza, incluso cuando de tarde se tarde se va de nota.

José James estudió en la New School for Jazz and Contemporary Music de Nueva York. Su primera grabación fue un EP que cayó en manos del influyente disc jockey de la BBC Gilles Peterson: impresionado con José, lo fichó para su discográfica Brownswood Recordings y sacó a la venta su debut de 2008, The Dreammer, cautivadora mezcla de jazz tradicional y moderno, así como su trabajo de 2010, Blackmagic, una incursión más allá de la tradición que sintetiza su sensibilidad por el jazz y un ardiente hip hop, como el famoso Flying Lotus. Blackmagic le abrió las puertas más allá del jazz, ganándose el respeto de los medios tradicionalmente reservados para el hip hop y el soul.

Después de una larga gira y de experimentar ideas nuevas, James fue fichado por Blue Note en 2013, y publicó su rompedor y exitoso álbum No Beginning No End, que tuvo gran éxito.

Un vocalista norteamericano que se ha hecho famoso interpretando ritmos que van del jazz moderno al hip hop homenajea ahora a una de las más grandes voces femeninas de la historia del jazz: la de Billie Holiday, el año en que se cumple un siglo de su nacimiento. Una voz de la nueva generación le rinde tributo y pone de manifiesto que Lady Day sigue siendo hoy una referencia imprescindible en la historia de la música norteamericana. José James explica que, de niño, en su casa sonaba siempre aquella voz «magnífica, cálida, íntima y del todo singular», curiosamente, unos adjetivos que se pueden aplicar también a un versátil barítono cuya voz se ha distinguido por su riqueza y expresividad.

James descubrió la voz de Lady Day en un periodo de la adolescencia en el que escuchaba también a Nirvana, De La Soul o A Tribe Called Quest. No es extraño, pues, que los ritmos más nuevos se mezclen con las huellas musicales de una artista que, como él mismo cuenta, le abrió las puertas del jazz y le mostró el camino que debía seguir. Así, tras una carrera en la que ha fusionado sonidos que van del neo-soul, el jazz, el hip hop y el funk al rock experimental, James interpreta ahora con su estilo personal nueve canciones que fueron escritas o popularizadas por Billie Holiday. James ha querido desmarcarse de la imagen que se suele tener de Billie Holiday como cantante e iniciar un diálogo sobre ella como la feminista radical, defensora de los derechos humanos y activista que era. José remarca que ella siempre mostró su yo real; creía profundamente en todo lo que ella cantaba, y por este motivo ha elegido las canciones en las que él mismo se sentía identificado.