En los zapatos de Valeria fue el principio de una saga y de otra serie de novelas protagonizadas por mujeres muy diferentes con las que las lectoras se sintieron muy identificadas. Su autora, Elísabet Benavent (Valencia, 1984), ha publicado ahora El diario de Lola (Aguilar) con algunas confesiones de sus cuatro personajes, muchos consejos y, sobre todo, espacio en blanco para que las lectoras recuperen ese diario con el que de adolescentes se encontraban a sí mismas.

Tenía varias novelas escritas antes de comenzar a editar en 2013, ¿no pensaba en publicar sus libros?

Para nada; escribo desde pequeña y siempre he tenido mucha inquietud, pero los escritores noveles tememos esa carta de la editorial que dice 'gracias, pero esto no es lo que necesitamos'. Unos amigos me animaron a mover el primer libro, encontré cómo publicar y me lancé. Desde entonces fue todo muy rodado.

En esta época en que lo compartimos todo en las redes sociales, propone tener algo tan íntimo como un diario.

Las lectoras nos lo pedían a través de las redes, porque Lola, un personaje de la saga, siempre va con una agenda roja. Agendas hay muchas, pero quería ofrecerles algo más para que se sintieran parte del universo Valeria; muchas lectoras se identifican con las historias y queríamos darle una vuelta de tuerca, por lo que les dimos su espacio, pero al lado de las ideas o apuntes de los propios personajes.

Y que escriban ellas también...

Poniendo las cosas por escrito ordenamos las ideas y hay algo catártico en tener un diario; me parece muy sano, aunque sea para dedicar un momento del día a estar contigo misma escribiendo.

Cada estación es un personaje, ¿se relacionan con su carácter?

Sí, Valeria es muy melancólica, muy naif, y tenía que ser la primavera; Lola (verano) es la echada para adelante; Nerea es el invierno, y de hecho la apodan 'la fría', y esa serenidad de Carmen era perfecta para el otoño.

¿Y reivindica de algún modo la infancia con las pegatinas que vienen al final del libro?

Es otro modo de que la lectora se metiera en este mundo y que participara de muchas maneras; en las redes compartiendo una parte de su diario, por ejemplo, o con las pegatinas, que eran la guinda del proceso. Son muy cucas, son como este mundo de Valeria y como el de Beta Coqueta.

¿Quién es Beta Coqueta?

Es mi alter ego, pero con más desparpajo por la distancia que aportan las redes sociales.

¿Y hay que ser coqueta?

Yo lo he sido siempre, le robaba los pintalabios a mi madre y no encuentro diferencia con los chicos coquetos; no es una obligación, pero si te gusta, debes serlo.

He leído que el universo Valeria es como Sexo en Nueva York, pero algo más nuestro, ¿es así?

Es un guiño a Sexo a Nueva York, pero 'bajado' a la tierra. En principio era distinto porque había un quinto personaje, pero se me iba un poco de las manos... Es un guiño a una serie que a todas nos gustaba, pero con anécdotas e historias normales que nos pueden pasar en nuestra vida cotidiana.

Lo llaman 'literatura picante para chicas'. ¿Ha roto algún tabú?

No soy muy amiga de los géneros, porque me da la sensación de que imponen cierto prejuicio. Son libros para pasar un buen rato, para reírte o emocionarte, y eso no tiene género ni edad.

Pero incluye un relato erótico, ¿por qué?

Las lectoras suelen pedir contenido extra y me apetecía que el diario tuviera un valor añadido y le puse el punto picante, ya que este diario es una pieza íntima y venía bien para añadir esa sensación.

Hoy que se habla de la 'mujer multitarea', en El diario sus personajes ofrecen listados de películas, recetas, cócteles en función de su carácter, ¿hay que frenarse de vez en cuando y disfrutar?

También propongo canciones, pero para escuchar música y solo hacer eso; ese factor 'multitarea' nos deja de lado a nosotras mismas y acabamos estresadas. Yo creo que vale la pena pararse y decir: 'lo importante de mi vida soy yo'.

Ha recopilado algunas frases de sus novelas anteriores, ¿los que desconocen el mundo de Valeria se podrán 'enganchar' a él?

Bueno, se van a encontrar algún spoiler (risas), porque da una pincelada de todas las historias; El diario sirve para regresar al universo Valeria o, quizá sí, para acercarse a él por primera vez.

De los 'mandamientos' que propone Lola, ¿se queda con alguno?

Sí... (risas). Es muy sana, porque es muy honesta con sus emociones y con lo que quiere. El principal es que no debes dejar que tu felicidad dependa de otra persona y eso deberíamos seguirlo a pies juntillas.

¿Las mujeres son tan complicadas como a veces 'las pintan'?

No, en las últimas novelas he metido la visión de personajes masculinos y ves que no se quedan atrás, ellos también sorprenden. Es una leyenda urbana que somos muy complicadas. El ser humano sencillo no es, pero no es una cuestión de género.