El matrimonio formado por David Perea y Magdalena Blesa han cumplido su sueño y hoy Las aventuras de Moriana llega a los cines de todo el país, una disparatada tragicomedia que cuenta en su reparto tanto con actores amateurs -la propia Sánchez Blesa- como con profesionales como Terele Pávez, su hijo Carolo Ruiz o Enrique Villén. Esta pareja ha hecho realidad un sueño: el de llevar la gran pantalla una historia inspirada en la suya propia y conseguir así promocionar su restaurante de Alhama de Murcia, un negocio familiar en el que hace unos años depositaron toda su ilusión y con el que no consiguieron éxito debido a la crisis.

Perea trabajó en la televisión de Murcia como realizador y dio algún curso de cine en la Universidad de Murcia, mientras que Blesa ha hecho toda su vida teatro y ha ofrecido varios recitales de poesía. Debido a la crisis decidieron montar un restaurante y para promocionarlo se les ocurrió la idea de producir spots publicitarios, algo que definitivamente se transformó en una web serie que más tarde se emitió en la televisión local con tal éxito que en dos semanas superaron el share medio de la cadena.

Realizar una película era el paso siguiente y, a pesar de todos los obstáculos, nada les pudo parar. Además, contaron con el apoyo de empresas de la Región como El Pozo, Melones el Abuelo, Estrella Levante o Patatas Fritas Acho, y por «todos los vecinos de Alhama», según la nota de prensa.

En esta película 100% murciana -como en la vida real-, Magdalena es desahuciada con sus tres hijos, a quienes les transmite un mensaje: mirar siempre hacia delante ante la adversidad. Por ello, decide montar un restaurante con la colaboración de suegros, madre y hermanos para que formen parte del proyecto. Tras comprobar que no funciona, deciden dar una vuelta de tuerca y rodar un filme.

Las aventuras de Moriana es una apuesta personal del guionista y director David Perea de aunar talentos actorales reconocidos en todos los ámbitos como Terele Pávez, con la «frescura y espontaneidad» de la familia Moriana. Pávez señaló que cuando conoció sintió un pálpito y pensó en conocer al director y a la protagonista y en colaborar con ellos.

Por su parte, Villén se refirió a esta cinta como «una película milagro», que se ha llevado a cabo «con amor y empeño» y que, según aseguró, si la vieran los americanos harían un remake. «Es una película pequeña, con sus defectos, pero una película al fin y al cabo, con alma, que engancha y que cuenta una historia de una madre coraje», añadió el actor.

El arroz y los asados son algunas de las especialidades de este restaurante, cuyos dueños tienen el único deseo de poder seguir hacia delante y salir de los «números rojos». «Si ha habido deficiencias en la película tenéis que perdonarme, pero se ha hecho con cariño, y lo que se hace con cariño tiene que salir bien a la fuerza», resaltó Blesa, actriz y productora de este proyecto, que promete «muchas risas, algún momento triste y, sobre todo, mucha verdad».