El cantautor Rafa Pons está de gira para presentar Disimula, su cuarto disco, un trabajo dinámico y variado, con textos reflexivos donde ha afinado la puntería. Aunque a Pons lo definen como ´cantautor rock´, funciona como si de una banda se tratase. Sus canciones irradian magnetismo, con letras brillantes y estribillos contagiosos de un trovador que apuesta por cantarle al corazón con su juego eterno y laberíntico. Lo canalla convive con lo reflexivo, y le saca gemas musicales a las relaciones cotidianas, de las que celebra victorias y derrotas.

¿De qué va Disimula? ¿Qué lo diferencia de otros discos tuyos como Persona, animal o cosa?

Disimula intenta ser un disco más positivo. Más hecho desde la memoria del día siguiente que narrado en el acto, como era Persona, animal o cosa. Creo que el hilo conductor es que todas son historias de gente que intenta hacer las cosas bien, aunque me da que, como en la mayoría de pelis independientes, la sensación que te queda al final es muy abierta. Me da que no todas esas historias acabarán bien.

¿Te interesa más concienciar o entretener?

Entretener es la vocación primera de mi música. Pasarlo bien. Ponerlo fácil. El reto es conseguirlo, y a la vez dotar de contenido los textos. No tanto concienciar como aportar reflexiones más o menos jodidas. Que te vayas sonriendo, pero pensando, jeje.

¿Hasta qué punto te consideras influido por el Boss?

Hasta los 14 años sólo le escuché a él. Así que imagina. Era un talibán de Springsteen. Siempre me ha acompañado su música. Es el carisma y la humanidad en persona. Me recuerdo estando cien por cien de acuerdo con todo lo que decía, pese a no entender ni una palabra de inglés.

A cuento de nada va por la segunda edición. ¿La narrativa es para cuando uno se queda en casa?

Jeje. En mi caso sí, porque empecé a escribir los cuentos cuando me rompí un metatarso y tuve que estar 4 meses parado.

¿Es muy diferente escribir un cuento a escribir canciones?

No sé para los demás, pero para mí sí. Las canciones conviven conmigo mucho tiempo. Termino las letras a fuego lento. La mayoría de los cuentos, no obstante, nacían y morían en el mismo momento de ser escritos.

¿Cómo se desarrolla tu proceso de composición? ¿Te sientas a componer como si de un trabajo se tratase? Con tus horarios, tus tiempos€

No he logrado hacer de esto un oficio en cuanto a lo compositivo, pese a que ya llevo nueve años viviendo de esto. No me funciona si le pongo una rutina al componer. Lo hago cuando me aburro y aparece la musa para distraerme, así que lo que hago es ocuparme con otras cosas y mientras voy a sitios o espero voy terminando letras.

Buenos Aires cierra el cuarto álbum. ¿Qué tal la experiencia en Argentina?

Un tsunami emocional. Un hogar muy lejos de casa. Nos pasa a muchos, y que dure.

¿Follón kilombo te ha servido para aprender la jerga?

Me ha servido para comprobar que, por haber visto muchas pelis de Darín o escuchado Calamaro hasta la saciedad, aún me faltaban muchas palabras que comprender.

En Estrella del shock hay guiños a cantautores colegas como Andrés Suarez, Luis Ramiro, Marwan€ ¿En esa canción le das la vuelta a esto del artisteo?

Estrella del shock habla un poco del absurdo de ser estereotipado cuando somos una generación no muy mediática. A nosotros se nos dice todo a la cara. Eso mola mucho.

¿Qué es lo más importante a la hora de hacer una canción?

Para mí, una canción siempre ha de contar algo. Me quedó de las clases de literatura la frase de una profe que me decía que todos los poemas tienen un tema. Pues yo me fijo mucho en eso en mis canciones.

¿Hasta qué punto dejas que un productor pueda modificar tu canción?

Les hago caso, pero hay una trampa. Siempre me han producido músicos que curran conmigo desde hace tiempo. Así aprendemos y crecemos juntos. Les hago caso, pero me cuesta mucho, soy terco. Tienen el cielo ganado, jeje

¿Hay que disimular para ir por la vida?

Pues bastante. Si la gente fuera sincera todo el rato, el mundo sería atroz. Yo soy auténtico en tres o cuatro cosas que creo fundamentales. En el resto disimulo, cambio, etc. También por un tema de educación, que no es poca cosa.

El tratamiento que lleva recibiendo los últimos años la cultura en nuestro país por parte de las instituciones es, cuanto menos, polémico. ¿Qué opinión te merece esta relación entre el poder político y el mundo de la cultura?

Lo del IVA es una putada objetiva, absurda y rencorosa, que seguro que también ha perjudicado a empresarios de derechas. Es un gran error. La cultura ha de estar algo protegida y al menos no puteada. En fin, mala pinta.

¿En tus canciones no se habla de política? ¿El artista tiene que implicarse con el mundo en el que vive?

En mis canciones hay política, pero no explícita. Me interesan, hoy por hoy, los nexos en común entre toda la gente, independientemente de las ideologías. El artista debe implicarse con el mundo en el que vive, y el que no es artista también. Ahora bien, sólo uno decide cómo. Los moralistas que te dicen cómo ser auténtico me agotan, jeje

¿Hay algo que caracterice a la nueva generación de cantautores?

Todos hemos cerrado mucho desde abajo. Bar a bar, garito a garito, fan a fan. Sin multiplicadores ni grandes plataformas. En un momento de ocaso discográfico no nos vinimos abajo. Creo que eso es objetivo.

¿Qué es lo más divertido o raro que ha ocurrido en un concierto tuyo?

Nos ha pasado de todo, y sin exagerar, pero me quedo con la vez que unos seguratas me echaron de mi propio concierto mientras firmaba discos a la gente. El público protestó, pero yo no; estuvo guay salir antes, jeje.