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Liam Gallagher decía que cuando tocaba Rock n' Roll Star en la calle era cuando realmente se sentía un auténtico rockstar. Bob Dylan y Pete Seeger se recorrieron los Estados Unidos mandando un mensaje pacifista a toda su generación pateando asfalto y desafiando a las inclemencias del tiempo. Y, por supuesto, los Beatles tocaron en la azotea de Apple Corps regalando a todo aquel que paseaba por Baker Street aquel 30 de enero del 69´ un momento único en la historia de la música. Es esa esencia la que todavía perdura en el ambiente cuando una banda se echa a la calle para expresarse con sus canciones; sea cual sea el rincón del planeta que lo acoja y, en este caso, sea cual sea el espacio del Big Up! que se le conceda.

New Jungle, Ayoho, The Purple Elephants, The Stuffs, Alex Tired y The MeatPies fueron las bandas que ayer siguieron con sus guitarras esa esencia en la tercera edición de este peculiar festival que pretende, además de envolver de acordes desenchufados los espacios más íntimos de la ciudad de Murcia, ejercer de escaparate de artistas para la industria musical.

Y es que expertos ojeadores, productores discográficos, periodistas especializados y promotores de conciertos se pasearon ayer por la ruta Estrella de Levante y la ruta de Oro, dos itinerarios para recorrer el centro de la ciudad entre actuación y actuación de cada uno de estos seis grupos regionales apostados en el disparadero del Rock.

Del callejón del Romea al patio de La Merced para adentrarse en la psicodelia blues de The Purple Elephants y, de ahí, a la Plaza de Europa para cerrar escuchando las armonías vocales de The MeatPies, mientras Ayoho llegaban de Cartagena para componer una atmósfera sonora en la Muralla de Verónicas. «Es un placer tocar en este formato. No es como un cuando te subes a un escenario, desde donde cuesta más enganchar a la gente. Aquí puedes mirarles directamente a los ojos y preguntarles, saber que piensan de tu música», asegura Fran, vocalista de la banda de la ciudad portuaria.

Pues la presión de los expertos, sentados en un bordillo o en un banco, rodeados de sus amigos y con la guitarra en la mano, no es tal. Para Álex Tired, tocar en el Big Up! y llevar su música a nuevos oídos es suficiente premio. Y no fueron pocos los que le escucharon; ni a este joven músico murciano ni a los otros cinco grupos participantes. Cientos de personas buscaron su itinerario y, con el caer de la noche, más y se más se agolparon junto a estas bandas que, con guitarras acústicas, baterías simplificadas a su mínima expresión y voces a pleno pulmón llevaron al centro de Murcia ese ambiente mágico de la música sobre el asfalto.