Las actividades de la primera edición de Cartagena Negra comenzaron ayer tras la presentación del festival por parte de su director de contenidos, Francisco Marín; el presidente de Isen, Carlos Andreu, y el concejal de Cultura del ayuntamiento de Cartagena, David Martínez.

Andreu explicó las razones que han llevado a Isen a prestar su apoyo incondicional al festival y afirmó que es un ávido lector de este género literario. «Esto forma parte del sentir universitario de Isen de apoyar cualquier iniciativa que fomente la cultura ya sea entre nuestros alumnos como entre la ciudadanía en general. Además, yo soy lector y seguidor de algunos de los escritores que participan».

Por su parte, el edil David Martínez quiso aprovechar la oportunidad para agradecer a la organización «que se hayan aventurado en este proyecto, único en la Región de Murcia» e indicó que desde el Ayuntamiento «respaldaremos todas las iniciativas literarias porque invitan a la lectura y son buenas para Cartagena».

Las sorpresas prometidas por los directores del evento no tardaron en llegar y, nada más entrar los autores, se encontraron con una exposición formada por ilustraciones de algunos de sus relatos, elaborada por Aniceto Valverde.

Y continuaron las sorpresas con la mesa redonda 11-S. Realidad vs Ficción. Una charla que estuvo coordinada por el comisario Ignacio del Olmo, que se presentó ante un nutrido y expectante público ataviado como Sherlock Holmes.

El punto de partida de la charla fue una versión novelesca de las razones que llevaron a Bin Laden a perpetrar los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. A partir de ahí, y utilizando como hilo conductor la novela de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas, comenzó un pormenorizado análisis sobre la utilización de la realidad como recurso literario.

Los escritores participantes fueron Javier de Pedro, Jerónimo Tristante y Federico García, quienes explicaron cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en sus novelas, así como en las de otros autores, y la importancia de la verosimilitud a la hora de construir algunos de los personajes más importantes de las tramas de novela negra, como son el confidente, la mujer fatal y, por supuesto, los que han de erigirse como el bueno y el malo.

La importancia de la geografía

Antonio Parra, director de Cartagena Negra, llevó la voz cantante en la mesa redonda que tuvo lugar por la tarde, bajo el epígrafe Matar junto al Mediterráneo.

En ella intervinieron cuatro escritores oriundos de la Región de Murcia, como son Antonio Manzanera, autor de El informe Müller, La suave superficie y La tercera versión; Alfonso Gutiérrez Caro, autor de varios cuentos y relatos cuya primer novela se titula Defecto de fábrica; así como Ana Ballabriga y David Zaplana, marido y mujer, que tienen la virtud de haber podido escribir en amor y compañía Tras el sol de Cartagena y Morbo gótico.

La charla versó sobre la importancia de la geografía a la hora de escribir una novela negra, o más concretamente, las diferencias entre un libro de este género escrito en los países nórdicos, mediterráneos o en Estados Unidos.

Además, los escritores desvelaron algunas de las curiosidades sobre su forma de trabajar, cómo eligen y desarrollan sus personajes o qué tiene que tener un malo para ser un buen malo.

La jornada terminó en Mr. Witt con autores y lectores compartiendo mesa.