na buena noticia para nuestro patrimonio. Mi entusiasmo me impide callarlo. Se va a destapar, en una primera acción, el mural magnífico del pintor y muralista Antonio Hernández Carpe, del que fuera salón de actos del Museo Arqueológico o antigua Casa de Cultura, en la Avenida de Alfonso X el Sabio, de Murcia, que con la remodelación del edificio quedó tabicado y oculto. El artista realizó en 1955 dos murales, uno frontal y otro entre los balcones de la fachada, con el tema de la entrada del rey Alfonso X el Sabio a la ciudad de Murcia. Bellísimos, importantes.

En su momento fueron tapados y es obvio que necesitarán una restauración. La pared al temple, sin respiración, a buen seguro estará dañada. La operación de rescate va a empezar por la pieza más importante. El pintado en la pared entre los balcones quedará invisible de momento.

Carpe es uno de los artistas más importantes de la generación de postguerra en Murcia y está considerado como uno de los grandes muralistas españoles con una obra enorme y extraordinaria por todo el país.

Una acción absolutamente desquiciada en la remodelación del edificio hizo que se perdieran en su contemplación, poniendo en riesgo su conservación.

La Casa de la Cultura albergaba también dos piezas pintadas por José Antonio Molina Sánchez en lo que fuera biblioteca infantil, de impecable factura. Picassianos. Estos murales se encuentran en estos momentos desaparecidos por su destrucción o, en el mejor de los casos, ocultos, también. Se realizarán catas en su búsqueda. Por otra parte, el antiguo Hospital Provincial -hoy Reina Sofía- también se adornaba con dos murales gigantes de Carpe en su hall de entrada, que con la remodelación del edificio fueron desmontados y cuyo paradero yo desconozco.

La consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma cambia su rumbo en la conservación de nuestro patrimonio artístico con esta acción de la que he tenido conocimiento de forma confidencial, pero cuya importancia es digna de un anuncio público general por su trascendencia y significado para la valoración y estimación de uno de los tesoros emblemáticos de nuestro siglo XX artístico.

Lástima que el atentado y desprecio de aquel momento nefasto en la gestión cultural alcanzara a piezas ya dadas por destruidas sin explicación posible. Una excelente noticia como señalaba al principio.