Cartagena Negra desembarca hoy en la ciudad portuaria con muchos visos de quedarse. Para esta primera edición, los organizadores, Francisco Marín y Antonio Parra, han preparado dos jornadas cargadas de sorpresas y de actividades, que harán que los aficionados a este género literario empiecen a ver Cartagena como un punto de encuentro obligado.

Una de las características que hace este festival diferente al resto y le da un atractivo especial es la cercanía que ofrece con los autores y expertos, que durante dos días compartirán sus experiencias con el público, ya sea en la ficción o en la vida real. «Queríamos que Cartagena Negra fuera un festival diferente y para ello decidimos implicar a la Policía Nacional, a forenses y Policía Científica. Además, hemos pretendido que los lectores puedan interactuar con los autores, tanto en las mesas redondas como en los encuentros De Cañas Negras, y para ello hemos puesto todas las facilidades posibles», indica el director de contenidos de las jornadas, Francisco Marín.

Con cada una de las mesas redondas que se han organizado y el taller exprés de novela, que impartirá el escritor y director de Valencia Negra, Santiago Álvarez, los futuros autores de este tipo de literatura hallarán numerosas claves para dar verosimilitud y construir una buena trama para sus obras, como destaca Marín.

Cartagena Negra, que cuenta con LA OPINIÓN como colaborador y, por tanto, ´diario negro´, se estrena este año, pero comenzó a gestarse mucho antes. «Hace tres años, cuando pusimos en marcha los Encuentros Literarios de Autores en Cartagena, nos dimos cuenta de que en esta zona no había nada parecido. Había festivales como el de Valencia, Gijón o Pamplona, que se habían convertido en referentes para este género, pero en el sur no había ninguno; después se puso en marcha el de Granada», afirma Marín. «Creímos que sería muy interesante hacerlo también aquí -añade-; hablamos con Santiago Álvarez, que nos dijo que había que impulsarlo este año y nos percatamos de que en el mes de septiembre no se celebraba ninguno. A partir de ahí, empezamos a contactar con diferentes autores que se mostraron encantados con el proyecto».

Un respaldo unánime

Los organizadores de las jornadas no tienen más que buenas palabras para instituciones y autoridades del municipio, que no han dudado en mostrar su respaldo a este proyecto desde el primer momento.

«Como queríamos implicar a la Policía Nacional, nos pusimos en contacto con el comisario de Cartagena, Ignacio del Olmo, y fue la más grata sorpresa que nos hemos llevado a la hora de preparar el festival, no sólo por ser lector de novela negra, sino porque nos ayudó mucho a organizar las mesas redondas y aportó muchas de las ideas con las que arranca esta primera edición», señala el director de contenidos de Cartagena Negra.

También otras instituciones han mostrado mucho interés en el festival, como Isen, que se ha volcado por completo en hacerlo realidad; los empresarios; el hotel Los Habaneros, que ha puesto todas las facilidades posibles para alojar a los escritores, y el Ayuntamiento.

«Hemos recibido muy buena respuesta en todas las puertas a las que hemos llamado y hemos presentado el proyecto. El Ayuntamiento ya nos ha pedido que preparemos el presupuesto para 2016 y ya estamos organizando la segunda edición. Estamos muy contentos con el apoyo que estamos recibiendo y esperamos que el público responda igual de bien».

Los espacios en los que se llevarán a cabo las actividades de Cartagena Negra serán el auditorio El Batel y la cafetería Mr. Witt.

Francisco Marín promete que esta primera edición no dejará a nadie indiferente y sentará las bases para que Cartagena se integre en el circuito de festivales de novela negra. Para conseguirlo, han puesto en este proyecto alma y corazón.

«Habrá muchas sorpresas, incluso antes de que comiencen las mesas redondas, porque tenemos un equipo -Antonio Parra, Salvador Martínez y Manuel Acosta- que se ha dejado la piel en hacer de este festival algo muy especial. Le hemos puesto mucha pasión e ilusión y eso se tiene que notar en el resultado».