­Defina brevemente qué es para usted la novela negra.

Un descenso literario a los infiernos morales, psicológicos y sociales.

¿Hasta qué punto es necesaria en nuestra sociedad?

Tanto como otros géneros literarios.

Confiese sus debilidades: obra, autor y personaje favoritos del género de todos los tiempos.

Dos: Pepe Carvalho, de Vázquez Montalbán; inspector Méndez, de González Ledesma. Por citar a dos ilustres muertos.

Y ahora la misma confesión pero del panorama nacional.

En cuestión de novela negra, soy muy patrio. A pesar de lo que piensen algunos, tenemos grandísimos escritores del género.

¿Cuándo supo que escribiría novela negra?

Desde el principio. Aunque combino dos géneros: el policial y el de aventuras.

Más debilidades: ¿se inclina más por la personalidad del criminal o del agente de la ley?

Por ambas.

¿Sangre o psicología?

Psicología con unas gotas de sangre; movido, no agitado.

Elija arma y técnica, ¿cuál es su método preferido a la hora de matar?

La que surge de la desesperación.

¿Qué no incluiría nunca en una de sus novelas negras?

De momento, nada.

Confiese alguna anécdota jugosa, siempre que no le incrimine, de su proceso creativo.

Un historial de internet como para encerrarme en Guantánamo.

¿Cree que el género negro ya no es considerado como literatura de segunda clase?

Sigue siéndolo en muchos casos. Aunque algunos autores escriban de un modo increíble.

¿Qué le ha animado a asistir a CartagenaNegra y qué piensa encontrarse en estas jornadas?

Conocer nuevas tierras negras. Espero encontrarme a amigos a los que leo y admiro y a lectores a los que aún admiro más por no tirar la toalla.

Su trayectoria

  • Licenciado en Periodismo y Doctor en Comunicación Pública, profesor de Guión Audiovisual y Dirección-Realización en la Escuela de Imagen y Sonido CTL de Pamplona, y creador del Taller de Creación audiovisual Historias mínimas: taller de cortometraje (I y II) en la Universidad Pública de Navarra. Además, imparte clases de montaje y edición digital y de postproducción de sonido dentro de los cursos del Plan FIP (INEM) para licenciados en comunicación en Navarra. Ha participado en el rodaje de doce cortometrajes con sus alumnos y ha ejercido como Director de Fotografía en el cortometraje de videocreación Zulo, y como montador y asesor de guión en varios trabajos. Dirige las jornadas Pamplona Negra y es autor de las novelas Aki y el misterio de los cerezos, El honor es una mortaja, El misterio de la gruta amarilla, y Siempre pagan los mismos. Con ellas ha creado a dos personajes tan singulares como Aki Monogatari y Herodoto Corominas.