La almeriense María José Pérez Rodríguez, de 30 años, acaba de cumplir su sueño. El sábado se alzó con la Lámpara Minera del Festival Internacional de Cante de las Minas de La Unión, un galardón para el que confiesa que ha trabajado mucho y del que espera un empujón en su carrera. La alegría de su triunfo la comparte con su hermana Montserrat Pérez Rodríguez, ganadora por la modalidad de tarantas que concede el festival murciano.

Su nombre ya forma parte de la larga lista de ganadores de La Unión, como lo fueron Antonio Piñana o Miguel Poveda, entre otros. ¿Qué significa lograr la Lámpara Minera?

Es una alegría inmensa que deseaba con muchas ganas. Este triunfo supone un punto y aparte, empezar de cero en mi carrera para poder subir otro peldaño y que me dé otro empujón.

¿Qué tiene su cante para gustar al público y hacerse con el máximo galardón del festival de La Unión?

Quizás mi sensibilidad a la hora de cantar, mis ganas y que disfruté mucho cantando. La característica de mi voz, que es muy clara que se entiende lo que digo, y aportar letras nuevas.

Ha logrado también hacerse con los premios mineras y cartageneras, ¿cómo define usted estos cantes levantinos?

La clave está en meterte en el papel de un minero e imaginarte dentro de una mina, en el fondo, cuando no tienes ningún compañero. Sentir la letra y lo que está diciendo. Yo cantaba: «La noche es mi compañera porque el sol se queda fuera de la galería profunda donde nace la minera». Tienes que meterte en el papel y cantarla con el sentimiento como un minero lo haría. Lo mismo pasa con la cartagenera, también cante minero, que es importante establecer esa conexión emocional.

Es usted diplomada en Logopedia y maestra en Audición y Lenguaje por la Universidad de Granada, ¿cómo influye su experiencia como profesional de la voz en el cante?

Conozco la técnica y puedo llevarla a la práctica. Eso me hace tener más facultades con respecto a la respiración, vocal o técnicas de relajación para no ponerme nerviosa.

En este sentido, ¿piensa que es necesaria una buena formación vocal en flamenco o se debe nacer con este arte?

Son necesarias ambas partes. Hay que nacer con unas cualidades físicas y vocales y luego está la formación académica que también aporta mucho conocimiento y poder utilizar esas cualidades con las que has nacido.

En 2003 ganó el concurso de Saetas de La Unión y el Melón de Oro de Lo Ferro y el año pasado logró el premio por granaínas de nuevo en Las Minas. ¿Cómo se prepara un artista para un certamen tan importante?

Me he preparado como si fuera un examen de una asignatura o unas oposiciones, con mi tiempo de estudio. He escuchado el cante, ensayado, unas veces sola, otras con un guitarrista, comparando el cante y estudiándolo de uno y de otro para ver cuál era la más adecuada.

La primera vez que pisó un escenario...

Fue en un restaurante de Almería con 13 años. Recuerdo que lo pasé muy bien cantando Campanilleros de La Niña de La Puebla.

Su amor por el flamenco se lo debe a...

A mi familia.

Un artista que siempre lleve dentro.

Cada cante me recuerda a uno distinto. Así, por ejemplo, la malagueña a Chacón o la granaína a Vallejo.

Nunca sube a un escenario...

Con el estómago vacío, o al menos lo intento.